Un día como hoy nos dejaba Lola Kiepja, símbolo vivo del pueblo selk’nam

Un 9 de octubre de 1966 fallecía Lola Kiepja, referente espiritual y cultural del pueblo selk’nam en Tierra del Fuego. Su voz aún resuena en la memoria colectiva.

TIERRA DEL FUEGO09/10/202519640 Noticias19640 Noticias
Lola Kiepja

Hoy, 9 de octubre, recordamos a Lola Kiepja, mujer selk’nam, cuyo legado cultural y espiritual marcó la historia de Tierra del Fuego. A más de 50 años de su fallecimiento en Río Grande, su vida sigue siendo un testimonio del pueblo originario que luchó contra el olvido.

Lola Kiepja falleció un 9 de octubre de 1966 en el hospital de Río Grande. Se calcula que tenía cerca de 90 años, aunque su edad exacta es incierta. Fue la última representante auténtica de los selk’nam, un pueblo originario que sufrió el genocidio y etnocidio tras la llegada de los colonos blancos a Karukinka, su tierra ancestral.

A lo largo de su vida, Lola vivió marcada por las tragedias de su pueblo: la usurpación de tierras y las matanzas perpetradas por figuras como Ramón Lista y Popper. A pesar de ello, mantuvo viva la memoria, las creencias, ritos y tradiciones de su cultura.

Su rol como chamán fue fundamental. Heredó el don de su madre y se comunicaba espiritualmente con sus antepasados, sanando tanto a indígenas como a mestizos. La antropóloga Anne Chapman relató que en dos oportunidades fue sanada por Lola, quien transmitía su poder a través del canto, un legado espiritual que preservó hasta sus últimos días.

En 1964, Anne Chapman compartió un invierno de soledad con Lola, en las cercanías del Lago Khami. De ese vínculo nació uno de los trabajos antropológicos más importantes sobre los selk’nam, basado en la voz y experiencia directa de Lola, quien con su memoria y sabiduría buscaba evitar que la cultura de su pueblo se perdiera para siempre.

Lola hablaba poco castellano, un acto de resistencia cultural frente a la aculturación. Sin embargo, logró transmitir sus cantos, vocabulario y tradiciones, grabados en un magnetófono por Chapman. Estos registros comprenden 47 cantos que han sido publicados y conservados en museos como el Museo del Hombre de París.

Cuando su salud decayó, Lola fue trasladada al hospital de Río Grande, donde murió. Su cuerpo descansa en el cementerio local, pero su espíritu vive en el canto del viento, en la energía del mar y en la luna que ilumina el Karukinka, tierra que jamás abandonó.

Deleite

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