“La salmonicultura en el Canal Beagle está totalmente descartada por consenso”, resaltó Marzioni

En diálogo con FM Master’s, el subsecretario de Pesca de Tierra del Fuego, Diego Marzioni, analizó el debate en torno a la salmonicultura, los proyectos de desarrollo acuícola como el cultivo de mejillones, y la necesidad de actualizar el marco normativo que regula esta actividad. El funcionario planteó una visión que prioriza el cuidado ambiental, la investigación científica y el desarrollo económico local basado en consenso.

En primer lugar, Marzioni valoró el hecho de que exista un debate abierto sobre los recursos hídricos provinciales "estamos dando una discusión, todo el mundo se expresa, lo bueno es discutir ideas, no poner posiciones antagónicas. Eso es sano, eso es democracia”, afirmó, y remarcó que es importante hablar de acuicultura en general y no solo de salmonicultura.

En este punto explicó que el plan provincial se viene diseñando desde 2020 y que ya existen resultados tangibles, como la mitilicultura "vamos a tener en 2026 unas 1200 toneladas de mejillones para cosechar con una planta que procesa 2 o 3 toneladas diarias. Eso es acuicultura”.

Luego, destacó la necesidad de pensar la acuicultura desde una lógica ambiental y local "nada es inmediato en producción. No se puede desarrollar la acuicultura sin cuidado del entorno ambiental. Queremos que la acuicultura sea investigación, innovación, conocimiento, participación de la comunidad. Con controles ambientales, auditorías previas y estudios de impacto, tenemos que definir dónde sí y dónde no desarrollar”, explicó, y sostuvo el consenso en no desarrollar salmonicultura ni cultivos de peces en el Canal Beagle, ni en parques o reservas.

Además, insistió en que el modelo fueguino debe integrar lo ambiental, lo social y lo económico "tenemos que imaginar un triángulo en frágil equilibrio dentro de un círculo que representa el consenso. No puede haber ningún proyecto sostenible si no cuida los tres aspectos: ambiente, sociedad y rentabilidad. Si no, después nos quedan todos los pasivos”, reflexionó.

Por último, Marzioni afirmó que la ley 1.355 “cumplió su ciclo” y es momento de avanzar en una nueva legislación "hay que darle una nueva mirada y nos merecemos una nueva ley de acuicultura. Que englobe todo esto que estamos diciendo y permita ampliar la matriz productiva. No estamos reaccionando a imposiciones nacionales, esto lo trabajamos desde hace 4 o 5 años, haciendo relevamientos con el CFI para definir las zonas y métodos más sostenibles de producción”, concluyó.