El recorte al Garrahan expone la fragilidad estructural de la salud pública en Argentina

El Hospital Garrahan, centro pediátrico de referencia en América Latina, sufre un recorte real del 30% en su presupuesto. Los médicos denuncian sueldos por debajo de la línea de pobreza y una crisis sanitaria sin precedentes.

PAÍS31/05/202519640 Noticias19640 Noticias
Hospital Garrahan

En plena emergencia sanitaria y con una caída alarmante en los recursos, el Hospital Garrahan, el centro pediátrico de alta complejidad más importante del país, enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia. Mientras médicos denuncian sueldos miserables, renuncias masivas y presupuestos congelados, el gobierno nacional asegura haber cumplido. La tensión crece y la salud pública, otra vez, queda en el centro del ajuste.

El Hospital Garrahan, símbolo de la salud pública infantil en Argentina, está en el ojo de la tormenta. En los primeros cinco meses de 2025, la Nación giró un 7,2% menos de recursos respecto al mismo período de 2024, y se proyecta que, en términos reales, el presupuesto sufrirá una caída del 30% para fin de año. Esta reducción se da en un contexto de prórroga presupuestaria: el hospital está funcionando con los mismos fondos que en 2024, sin actualización por inflación.

Con el 80% de su financiamiento a cargo del Gobierno nacional y el 20% restante de la Ciudad de Buenos Aires, el Garrahan también enfrenta una disminución real del 21,5% en el presupuesto porteño. Aunque ambas jurisdicciones pueden actualizar partidas durante el año, lo cierto es que el centro pediátrico se encuentra operando con severas limitaciones.

La situación escaló esta semana cuando médicos residentes iniciaron un paro denunciando una “crisis sanitaria”. A la medida se sumó toda la planta del hospital con una movilización al Ministerio de Salud nacional. El conflicto llevó al Ministerio de Capital Humano a dictar la conciliación obligatoria para frenar el paro de 24 horas.

El principal reclamo es salarial. Los residentes aseguran haber cobrado en abril apenas $797.061, una cifra muy por debajo de la línea de pobreza para una familia tipo, estimada en $1.110.000. Además, denuncian que el presupuesto está congelado desde 2023 y que en el último año y medio renunciaron 200 trabajadores. No obstante, el hospital respondió que solo se registraron 24 renuncias en lo que va de 2025, 56 en 2024 y cifras similares en años anteriores.

La magnitud del hospital hace aún más preocupante el ajuste: el Garrahan atiende más de 610 mil consultas anuales, realiza 12 mil cirugías, 110 trasplantes, millones de análisis y maneja 132 camas de terapia intensiva. También alberga el único servicio de radioterapia pediátrica pública del país.

El vocero presidencial Manuel Adorni, lejos de apaciguar los ánimos, reconoció la situación pero justificó "el reclamo de los profesionales es entendible, hace tiempo deberían ganar más. Esta situación la comprendimos siempre”. En conferencia, también aseguró que el presupuesto del hospital es de US$ 228 millones, cifra que, según los especialistas, resulta engañosa ya que la mayor parte de los gastos son en pesos, por lo que debería medirse con la inflación local y no con el tipo de cambio.

En medio de este conflicto, el Hospital Garrahan sigue funcionando, pero bajo una presión inédita. Profesionales agotados, salarios empobrecidos y recursos cada vez más escasos configuran un escenario preocupante. El símbolo de la pediatría pública argentina hoy lucha por sobrevivir en un país que, una vez más, pone el ajuste por delante del cuidado de su infancia.

Te puede interesar

Martínez Sosa Banner

Lo más visto

Banner Cooperativa Electrica

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email