"Amé a un monstruo": La lucha de Carla Kirstein por justicia

Son las palabras de Carla Kirstein, ex pareja de Marcelo Guzman, el relator del Superior Tribunal de Justicia imputado en 2022 por violencia de género quien llegará a juicio en 2026.

Tierra del Fuego12/08/202419640 Noticias19640 Noticias
carla kirstein

"Creen que el poder los hace inmunes y tienen razón porque a él lo siguen cuidando". Estas palabras son de Carla Kirstein, la mujer que en 2022 decidió recurrir a las redes sociales para visibilizar la violencia extrema a la que era sometida por su pareja, el entonces relator del Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, Marcelo Guzmán. Las imágenes que compartió impactaron profundamente: su rostro, piernas y vientre estaban marcados por la brutalidad de los golpes. Fue la única manera que encontró para pedir ayuda ante la indiferencia de quienes debían protegerla. Sin embargo, había otras marcas invisibles. "No se puede fotografiar la violencia emocional, económica, vicaria, y el estar rota por dentro tratando día a día de reconstruir los pedazos", escribió en sus redes sociales.

La carta de Carla surge en respuesta a la reciente denuncia de la ex primera dama, Fabiola Yañez, contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género. Sin embargo, a diferencia de ese caso, el suyo y el de muchas otras mujeres aún espera justicia en los tribunales. La imputación contra Guzmán, un alto funcionario judicial, se realizó en 2022, pero recién fue elevada a juicio en abril de este año. Aun así, se espera que el proceso se materialice en 2026, cuatro años después de la denuncia.

"Todavía sin justicia, ya un caso más como los miles guardados en los juzgados. Ya un número más. Esta semana seguramente la violencia de género estará nuevamente en los medios, ella (mi cariño y apoyo aunque por supuesto no la conozco) y él son conocidos, importantes", expresó Carla, y pidió: "No se olviden de nosotras, todas las demás".

Carla también describió lo que vivió como víctima de violencia de género: "Una vez amé a un monstruo narcisista. Lo amé locamente. Me abrió las puertas de su casa y yo le abrí mi corazón. Ese monstruo no me persiguió, yo fui detrás de él, sin saber lo que en verdad era. Se veía como un ángel, pero nada más lejos de su realidad. Lo acariciaba mientras él me despellejaba en vida. Sí, amé a un monstruo de esos que con besos te arrancan el alma, te roban el aliento y sin que te des cuenta, se llevan tus ganas de vivir. Te dejan vacía, rota, sin ilusiones, sin sueños. Se llevan todo, dejándote en el silencio del olvido, prisionera de la soledad y ahogada en su recuerdo. Amar a ese monstruo casi me cuesta la vida, mi humanidad y mi alma. Sí, amé a un monstruo, un ser infame, cruel, despiadado, que te infecta la sangre y te convierte en un monstruo igual o peor a él. Cuánto lo amé, pero no me arrepiento de haberlo amado así. Porque así superé mi miedo a ellos", cerró Carla.

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