Hace 34 años cerraba el Cine Roca, un ícono de Río Grande

El 7 de agosto de 1991 se proyectó por última vez una película en el Cine Roca. Durante más de cinco décadas fue el epicentro cultural de la ciudad.

RÍO GRANDE07/08/202519640 Noticias19640 Noticias
Cine del Roca

Aquella gélida noche del 7 de agosto de 1991, las luces del Cine General Roca se apagaron por última vez. Con la proyección de la película “El Oso” (1988), se cerraba un capítulo de la historia riograndense que aún hoy perdura en la memoria colectiva. Más que una sala de cine, fue testigo de encuentros, emociones y cambios sociales en una ciudad que crecía al ritmo de la Patagonia.

Fundado en 1946 por Wilson, Fernández y Cuenca, el Cine Roca se levantó en la calle Espora, en una Río Grande que por entonces no superaba los cinco mil habitantes. En una época sin televisión, sin internet ni grandes diversiones, el cine era mucho más que una pantalla, era el punto de reunión, el refugio del frío y la excusa perfecta para enamorarse.

Las butacas de madera, los caloramas a leña, las máquinas a carbón y el piso encerado con kerosene y aserrín pintaban un cuadro rústico pero encantador. Las películas llegaban en rollos y se armaban a mano. La primera función fue “Por su honor” y, como se recuerda, con 30 grados bajo cero la sala igualmente se llenaba.

La sala no solo albergó películas. También fue escenario de bailes con orquestas llegadas desde Buenos Aires, y su tecnología, como los proyectores con lámparas de última generación para la época, la convirtieron en pionera en toda la Patagonia.

En 1975 fue modernizado: se cambiaron las butacas, se colocaron alfombras y se actualizaron los equipos. Películas como La Patagonia Rebelde, El Golpe o Los chicos de la guerra marcaron hitos de taquilla, con funciones dobles todos los días. Sin embargo, la llegada de la televisión y luego el video cable comenzaron a mermar la asistencia.

En 1990, con el público cada vez más ausente, se tomó la decisión de cerrar. Al año siguiente, en una última función con “El Oso”, se bajó la persiana definitivamente. Hoy, muchos recuerdan cómo aquellas paredes absorbían risas, suspiros, miedo y amor. El Roca fue, para muchos, el corazón emocional de Río Grande.

Junto al cine, desde 1969 funcionó la Confitería Roca, donde el clásico lomito completo o las milanesas con fritas se convirtieron en parte del ritual cinéfilo. Aún hoy, ese rincón sigue siendo un emblema gastronómico y cultural. Porque, como dicen los vecinos "si venís a Río Grande, no podés no pasar por el Roca”.

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