Gran Bretaña entrega la soberanía de las disputadas islas Chagos a Mauricio, un reclamo comparado con el de Malvinas

Gran Bretaña entregará a Mauricio la soberanía de las disputadas islas de Chagos, un archipiélago de 55 islas en el Océano Índico, tras un “acuerdo histórico” que permitirá a los británicos mantener una estratégica base militar conjunta con Estados Unidos, la resolución de una disputa muchas veces comparada con el reclamo argentino por las islas Malvinas.

Tierra del Fuego03/10/202419640 Noticias19640 Noticias
Reino Unido- isla Mauricio

Gran Bretaña entregará a Mauricio la soberanía de las disputadas islas de Chagos, un archipiélago de 55 islas en el Océano Índico, tras un “acuerdo histórico” que permitirá a los británicos mantener una estratégica base militar conjunta con Estados Unidos, la resolución de una disputa muchas veces comparada con el reclamo argentino por las islas Malvinas.

Con este acuerdo, Londres mantendrá su base militar en Diego Garcia, la más grande de las 55 islas del archipiélago, lugar estratégico que desempeña un “papel esencial en la seguridad regional y global”, señaló el ministerio británico de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Sin un acuerdo, la actividad segura de la base se habría visto amenazada por disputas legales y de soberanía, señaló el gobierno británico, lo que implicaba casos en varias cortes y tribunales. Como parte del acuerdo, Reino Unido conservará la soberanía de Diego Garcia por un periodo inicial de 99 años. 

“Por primera vez en más de 50 años, el estatuto de la base será indiscutible y legalmente seguro, tras un acuerdo político entre Reino Unido y Mauricio. El acuerdo respalda el firme deber del Reino Unido de mantener el país seguro, sin cambios en el funcionamiento de la base militar, en un mundo cada vez más volátil”, señala el Foreign Office británico en su comunicado.

“Reforzará nuestro papel en salvaguardar la seguridad global, acaba con cualquier posibilidad de que el océano Índico se utilice como peligrosa ruta de inmigración ilegal a Reino Unido, además de garantizar nuestra relación de largo plazo con Mauricio, un estrecho socio de la Mancomunidad”, añadió el ministro británico de Exteriores, David Lammy.

El primer ministro británico, Keir Starmer, habló el jueves por la mañana con su homólogo de Mauricio, Pravind Jugnauth, según un vocero del mandatario británico. 

El acuerdo tiene un firme respaldo de socios internacionales como Estados Unidos, indicó en un comunicado el gobierno británico. De hecho, la Casa Blanca dijo que el presidente, Joe Biden, celebraba el “histórico acuerdo " sobre la situación de las islas Chagos. Afirmó que la base de Diego Garcia es vital para preservar “la seguridad nacional, regional y global”.

“El acuerdo garantiza la operación efectiva de la instalación conjunta en Diego Garcia durante el próximo siglo”, señaló el comunicado de la Casa Blanca. “Este acuerdo afirma la soberanía de Mauricio sobre el archipiélago de Chagos, al tiempo que concede a Reino Unido la autoridad de ejercer los derechos soberanos de Mauricio en lo referente a Diego Garcia”.

El pacto sobre la soberanía de los lo que algunos llaman “la última colonia británica en África” tendrá que incluirse en un tratado y depende de que finalicen los distintos procesos legales. Los dos bandos se han comprometido a hacerlo lo más rápido posible.

“Después de dos años de negociaciones, este es un momento crucial en nuestras relaciones y una demostración de nuestro compromiso duradero con la resolución pacífica de disputas y el estado de derecho”, señalaron Reino Unido y Mauricio en su declaración conjunta.

Reclamo y apoyo internacional

Las islas Chagos eran una pieza central de lo que Reino Unido llama el Territorio Británico del Océano Índico desde 1965, cuando fueron separadas de Mauricio, un territorio británico que se independizó tres años más tarde. Mauricio, situado al este de Madagascar en el sur de África, está unos 2100 kilómetros al suroeste de las Islas Chagos.

La República de Mauricio, un país africano formado por un conjunto de islas, reclamaba el archipiélago desde su independencia del Reino Unido en 1968.

La base de la Armada estadounidense en Diego Garcia se construyó en la década de 1970 y ofrece lo que las autoridades estadounidenses describen como una “plataforma prácticamente indispensable” para las operaciones de seguridad en Oriente Medio, el sur de Asia y África oriental. Desde allí se realizaron, por ejemplo, operaciones militares hacia Irak y Afganistán. 

Más de 2000 habitantes de las islas Chagos fueron desplazados para dejar espacio a la base, mientras Mauricio acusaba al Reino Unido de “ocupación ilegal”, algo que Human Rights Watch describió el año pasado como “crímenes contra la humanidad cometidos por una potencia colonial contra un pueblo indígena”.

El gobierno de Mauricio dijo que el tratado intentará resolverá todos los asuntos pendientes relacionados con las islas, incluidos “sus antiguos habitantes”, y abordar “los errores del pasado”. Eso daba esperanzas a que los desplazados que siguen vivos y sus descendientes, que en su mayoría viven en Reino Unido, Mauricio y las Seychelles, tuvieran derecho a regresar, ya que el gobierno ahora es “libre” para implementar un programa de reubicación en todas las islas salvo Diego Garcia. 

El gobierno añadió que Reino Unido financiará económicamente a los chagosianos, que han librado una larga batalla legal sobre su desplazamiento. Su capítulo más reciente fue en 2016, cuando perdieron en un fallo de la Corte Suprema británica. Entonces, el gobierno conservador del momento les negó que tuvieran derecho a regresar pero expresó su “profundo pesar” por el maltrato que había recibido la comunidad chagosiana en las décadas de 1960 y 1970. 

Con los años, los chagosianos y Mauricio ganaron apoyo internacional, especialmente entre naciones africanas y en Naciones Unidas.

La comparación con Malvinas 

En 2019, en una opinión no vinculante, la Corte Internacional de Justicia concluyó que Reino Unido había dividido Mauricio de forma ilegal cuando aceptó poner fin a su gobierno colonial a finales de la década de 1960 y aconsejó a Reino Unido que renunciara al control de las islas.

En ese momento, la Cancillería argentina celebró el fallo de La Haya. “La Opinión Consultiva de Chagos tiene relevancia para la Cuestión de las Islas Malvinas por tratarse de una situación de desmembramiento territorial, y referirse a principios que son fundamentales en el reclamo sobre nuestras Islas”, señaló el Palacio San Martín, entonces encabezado por Jorge Faurie bajo el gobierno de Mauricio Macri.

Luego, la Asamblea General de la ONU votó a favor de la retirada de Reino Unido en 2022. 

“A ustedes los británicos los sacaron hace casi dos siglos y a nosotros, cincuenta años atrás, pero les digo a los argentinos que no se desalienten en su lucha por recuperar las Islas Malvinas”, dijo Olivier Bancoult, líder de los refugiados del disputado archipiélago de Chagos, después que Londres aceptara negociar la soberanía en 2022.

En ese momento, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur del gobierno de Alberto Fernández, Guillermo Carmona, pidió que así como Londres aceptaba iniciar la negociación con las Islas Mauricio “según la resolución 2066 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, también debía cumplir con la resolución anterior, la 2065, que le ordena negociar con la Argentina sobre Malvinas.

El Foreign Office respondió que eran “dos asuntos muy diferentes”, en tanto el archipiélago Chagos está hoy deshabitado, y la población británica de Malvinas expresó en 2013 su deseo de seguir siendo británica.

Gran Bretaña y la Argentina se enfrentaron en una guerra por las islas en 1982.

“¿Por qué Chagos se parece a Malvinas? Porque al igual que Chagos, Malvinas es un territorio usurpado a otro Estado (Argentina), porque en Malvinas se desalojó a la población originaria en 1833, porque en Malvinas hay una población implantada (isleños con ciudadanía británica) que no constituyen un pueblo con derecho a la autodeterminación”, escribió en una columna el abogado internacionalista Omar Ruiz hace tres años.

“Medio siglo o más después de que el Reino Unido renunciara al control de casi todo su vasto imperio global, finalmente ha accedido a entregar una de las últimas piezas. Lo ha hecho a regañadientes, tal vez, pero también de manera pacífica y legal”, dice el final de una nota de BBC sobre la soberanía de Chagos. El artículo termina con una enumeración de los que todavía son territorios británicos de ultramar: Anguila, Bermudas, Territorio Antártico Británico, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Islas Malvinas (Falklands, para los británicos), Gibraltar, Montserrat, Pitcairn, Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña, Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, Islas Turcas y Caicos. También hay dos bases soberanas en Chipre bajo jurisdicción británica.

 

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