“Ushuaia no tiene una mala temporada, pero necesita planificar infraestructura y servicios”

En diálogo con Radio Provincia, el presidente de la Federación de Cámaras de Turismo, Ángel Brisighelli, analizó el movimiento turístico en Ushuaia, el intenso tránsito de cruceros y las limitaciones estructurales que enfrenta la ciudad para consolidar su desarrollo.

Ángel Brisighelli calificó como “inevitables” los días de mayor complejidad operativa en el puerto de Ushuaia, especialmente hacia fines de diciembre, cuando coinciden múltiples arribos de cruceros. “El amontonamiento del 28 y 29 de diciembre es un clásico”, explicó por Radio Provincia, al detallar que las empresas concentran en esas fechas el recambio de pasajeros para los viajes antárticos de Navidad y Año Nuevo.

“Son días extremadamente complejos en lo que es la operación portuaria, por la cantidad de barcos que llegan y porque los recursos son los que hay, entonces se debe andar haciendo malabares”, afirmó, aunque aclaró que se trata de una dinámica habitual de la temporada.

Al evaluar la temporada turística, Brisighelli sostuvo que el desempeño es aceptable "no es una temporada histórica, no vamos a romper ningún récord este año, pero no es una mala temporada”, remarcó. Reconoció que el movimiento es “un poquito más bajo que el año pasado”, pero descartó escenarios críticos "no es una temporada que nos tenga que preocupar el desarrollo ni el post temporada”.

En ese sentido, destacó la particularidad del destino “Ushuaia tiene una realidad muy específica por el turismo antártico, que no está tan afectado por las cuestiones económicas de la Argentina, y además es un destino bien posicionado a nivel internacional”.

El dirigente contrastó la situación local con otros puntos del país "hay destinos del interior que están sintiendo fuertemente la reducción de pasajeros”, señaló, al explicar que muchos argentinos eligen viajar fuera del país.

“Al argentino le gusta viajar afuera, es algo histórico, y hoy está aprovechando tarifas atractivas en Brasil, el Caribe o Colombia”, afirmó, y agregó que “si bien siguen existiendo impuestos y restricciones, muchas de esas limitaciones se pueden esquivar, por llamarlo de alguna forma, utilizando dólares”.

De cara al futuro, Brisighelli fue claro "no estamos en una temporada de supervivencia, no estamos tan mal”. Y proyectó: “De acá a 10 o 12 años, cuando se hable de temporadas históricas, de esta quizás no nos acordemos, porque no va a ser ni tan buena ni tan mala”.

“No todos los años pueden ser récord. La mayoría de las temporadas tienen que ser buenas, nada más”, agregó.

Uno de los ejes centrales de su análisis fue el potencial de crecimiento del destino “Tierra del Fuego concentra alrededor del 1% de las noches de hotel de la Argentina”, detalló, y comparó: “Bariloche tiene casi seis veces más ocupación que nosotros”.

Para Brisighelli, esto demuestra que Ushuaia “tiene una capacidad de crecimiento muy alta”, aunque advirtió que requiere planificación. “Necesitamos un nivel de calidad de servicios muy alto y un desarrollo armónico de la infraestructura pública y privada”, sostuvo.

Sobre el puerto, fue contundente: “Necesita una área de operación más grande, porque no es el único día del año en el que hay inconvenientes”. Recordó que en jornadas críticas “había seis barcos fondeados y cuatro eran cruceros”.

También señaló problemas en el aeropuerto. “Tenemos un problema de saturación de la terminal”, afirmó, y cuestionó las demoras en los controles: “No se justifica que haya colas interminables cuando el aeropuerto tiene tres escáneres y no siempre están funcionando”.

Consultado sobre la competencia regional, descartó que Puerto Williams sea una amenaza directa "nosotros no nos tenemos que preocupar por lo que Puerto Williams hace, sino por lo que nosotros no hacemos”, afirmó, y advirtió que “si operar en Ushuaia resulta más caro y más complejo, los barcos van a buscar otra opción, porque son negocios”.

Finalmente, apuntó a falencias urbanas históricas, como la ausencia de una terminal de ómnibus y la falta de espacios planificados para ascenso y descenso de pasajeros "hoy no existe ningún sitio pensado para eso, entonces los micros terminan parando en el medio de la calle”, explicó.

También cuestionó la burocracia municipal "la habilitación comercial tiene una carga burocrática inmensa”, y concluyó "no todo es dinero. Muchas veces es planificación, gestión y decisión política. Si no lo hacemos nosotros, lo va a hacer otro, pero no por nosotros, sino por su propio negocio”.