A 24 años del “Corralito” de Cavallo que desató la crisis de 2001

El 1 de diciembre de 2001, durante el gobierno de Fernando De la Rúa, el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, anunció el histórico “corralito” mediante el decreto 1.570. La medida buscaba frenar la fuga masiva de depósitos en un contexto de crisis financiera, pero terminó profundizando la caída de la actividad económica y generando un clima de gran tensión social.

El “corralito” afectó a los ahorristas que no habían podido retirar sus fondos a tiempo, atrapando aproximadamente 55.000 millones de pesos, y provocó los primeros cacerolazos masivos que marcaron la crisis de 2001. La medida fue responsable de la renuncia de dos ministros de Economía: Domingo Cavallo y Jorge Remes Lenicov, este último por intentar solucionar la crisis mediante bonos compulsivos.

La confusión generada llevó a que incluso Roberto Lavagna, convocado posteriormente como ministro, buscara asesoramiento para entender la diferencia entre “corralito” y “corralón”, esquema que reprogramaba los plazos fijos.

Contrario al objetivo de contener los depósitos, el “corralito” secó la plaza de efectivo y paralizó las operaciones de compra y venta, profundizando la caída del nivel de actividad, que alcanzó su punto más bajo a comienzos de 2002. No obstante, quienes lograron retirar sus dólares mediante amparos y los invirtieron en propiedades o acciones obtuvieron resultados favorables frente a los tenedores de bonos.

Entre los bancos tampoco se cumplieron los pronósticos más pesimistas. Durante 2002, el sistema financiero fue dado por muerto en algunos análisis, mientras se planteaba incluso la “offshorización” de la banca como alternativa ante la crisis.

El 1 de diciembre de 2001 sigue siendo recordado como una de las fechas más emblemáticas de la historia económica argentina, un ejemplo de los efectos de políticas de emergencia en contextos de crisis financiera.