Hipotiroidismo en el adulto: qué tener en cuenta para un tratamiento adecuado

Una condición que afecta a 1 de cada 10 adultos en Argentina y que muchas veces pasa desapercibida.

PAÍS25/11/202519640 Noticias19640 Noticias
Hipotiroidismo

El hipotiroidismo es una de las enfermedades endocrinológicas más frecuentes en adultos y se caracteriza por una disminución en la producción de hormonas tiroideas. Aunque suele avanzar lentamente y con síntomas que pueden confundirse con cansancio o estrés, su impacto en la salud es significativo si no se trata de manera adecuada.

Los síntomas iniciales suelen ser sutiles: fatiga persistente, aumento de peso sin causa aparente, caída del cabello, constipación, intolerancia al frío, piel seca y cambios en el ánimo o la memoria. Estos signos, a menudo subestimados, son claves para una consulta médica temprana.

El hipotiroidismo afecta con mayor frecuencia a mujeres mayores de 40 años, especialmente si tienen antecedentes familiares de enfermedad tiroidea o condiciones autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto. También es más común en personas con enfermedades crónicas o en quienes han recibido tratamientos previos en la glándula tiroides. En Argentina, se presenta en alrededor del 10% de la población adulta, según la División de Endocrinología del Hospital de Clínicas.
El diagnóstico diferencial con el hipertiroidismo —su contraparte, caracterizada por un exceso de hormonas tiroideas y un metabolismo acelerado— es fundamental. Mientras este último produce pérdida de peso, taquicardia, ansiedad e insomnio, el hipotiroidismo enlentece las funciones del organismo.


Tratamiento y control

El pilar del tratamiento es la levotiroxina, una hormona sintética que reemplaza la que el organismo no produce. La dosis se ajusta de manera individual y requiere controles periódicos con análisis de sangre. En situaciones especiales, como el embarazo o en personas mayores con enfermedades cardíacas, el seguimiento debe ser aún más riguroso.
El abordaje no se limita a la medicación. Una alimentación equilibrada, la práctica regular de actividad física, el manejo del estrés y un buen descanso son pilares que ayudan a potenciar el bienestar.

Aún persisten creencias erróneas: la medicación no engorda (ni adelgaza per sé, pero al corregir el hipotiroidismo se pueden eliminar un par de kg); por el contrario, ayuda a normalizar el metabolismo. Tampoco debe suspenderse porque la persona “se sienta bien”: el tratamiento es de por vida y su abandono provoca recaídas.

Es importante tener en cuenta que el adulto mayor necesita una menor dosis a la que estaba manejando, este item puede ser ignorado y una dosis que podría ser considerada equilibrada hasta los 65 años no lo es a partir de allí.

La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente a esa edad y es una razón importante para tener en cuenta en el momento del diagnóstico y tratamiento en ese grupo etario ya que un exceso de medicación puede potenciar la aparición de dicha arritmia.

Se debe ser muy cauteloso a la hora de interpretar los estudios ya que por un lado normalmente el organismo va adaptándose exigiendo menos y fabricando un poco menos de hormona tiroidea, la justa y necesaria y uno puede tentarse de medicar sin que sea realmente necesario, y por otro también ser muy cautelosos en no exponer al paciente a un exceso de dosis la que como el hipertirodismo exige demasiado al corazón.

Detectar a tiempo el hipotiroidismo y cumplir con el tratamiento teniendo en cuanta los considerandos expresados anteriormente permite llevar una vida plena y activa. La clave está en la consulta médica temprana, el seguimiento adecuado y la incorporación de hábitos saludables que acompañen el manejo de la enfermedad.

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