El Reino Unido intensifica su presencia militar en las Islas Malvinas con ejercicios del Regimiento de Paracaidistas

Las Fuerzas Británicas en las Islas del Atlántico Sur realizaron maniobras militares en Malvinas, con entrenamientos urbanos, ataques simulados y uso de drones para reconocimiento.

PAÍS29/07/202519640 Noticias19640 Noticias
Fuerrza Armada del Reino Unido en Malvinas

El Reino Unido llevó a cabo una serie de ejercicios militares avanzados en las Islas Malvinas, liderados por efectivos del Tercer Batallón del Regimiento de Paracaidistas (3 PARA). La operación, realizada bajo el mando de las Fuerzas Británicas en las Islas del Atlántico Sur (BFSAI), incluyó entrenamientos de combate cercano en zonas urbanas de Puerto Argentino, ataques a nivel compañía en Pleasant Peak y operaciones de limpieza de trincheras, incorporando tecnologías de reconocimiento mediante sistemas aéreos no tripulados (UAS).

Estas maniobras constituyen el cierre de la rotación del 3 PARA como Compañía de Infantería de Relevo (RIC) y refuerzan el carácter estratégico que el Reino Unido otorga a su presencia militar ilegal en el archipiélago. La coordinación con la Fuerza de Defensa de las Islas Malvinas y el uso intensivo de uno de los entornos de entrenamiento más exigentes del mundo fueron destacados por el propio comando británico como pilares de esta operación táctica.

Una política de presencia sostenida

El despliegue del Regimiento de Paracaidistas no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia de reafirmación militar a largo plazo. Desde la finalización del conflicto de 1982, el Reino Unido mantiene un esquema de rotación de unidades de combate en las islas, conocido como sistema de “roulement”, que garantiza la ocupación permanente y la proyección de capacidades ofensivas. La llegada del 3 PARA —una unidad altamente entrenada, aerotransportada y con vínculos con las Fuerzas Especiales británicas— en reemplazo de los Gurkhas, refuerza esta lógica.

La 16.ª Brigada de Asalto Aéreo, a la cual pertenece el 3.º Batallón, representa la principal fuerza de respuesta rápida del Ejército británico. Su presencia en Malvinas implica una señal inequívoca sobre la importancia geoestratégica que Londres le atribuye al archipiélago, en el marco de un reposicionamiento global posterior al Brexit.

Modernización y doctrina “Global Britain”

Este refuerzo militar se inscribe en una política de inversiones sostenidas en infraestructura y capacidades de defensa en las Islas Malvinas. En los últimos años, el Reino Unido ha destinado recursos significativos para modernizar la pista de aterrizaje de Monte Agradable, renovar instalaciones portuarias, instalar nuevos sistemas de defensa aérea y desplegar capacidades cibernéticas y de inteligencia.

Estas acciones se enmarcan dentro de la doctrina “Global Britain”, que promueve una proyección de poder británica más allá del continente europeo. En ese esquema, las Islas Malvinas son consideradas una plataforma clave para garantizar el acceso al Atlántico Sur, los recursos naturales en disputa —como hidrocarburos y pesca— y las rutas hacia la Antártida.

Estrategia de disuasión frente al reclamo argentino

La militarización de las islas también responde a una lógica de disuasión ante el reclamo soberano de Argentina, reconocido por múltiples resoluciones de la ONU. En lugar de avanzar hacia una solución diplomática, Londres continúa consolidando una estructura militar que refuerza el statu quo colonial. La reciente actualización de la Estrategia de Seguridad Nacional del Reino Unido, publicada en junio de 2025, señala explícitamente que las Islas Malvinas deben estar preparadas para responder a amenazas externas, lo que refuerza la prioridad geopolítica que se le asigna al archipiélago.

En este contexto, el despliegue del 3 PARA se suma a otras maniobras recientes, como el ejercicio conjunto con el patrullero HMS Forth en Bahía San Carlos y la exhibición aérea de cazas Typhoon y aviones A400M Atlas, enmarcados en el aniversario del llamado “Día de la Liberación”. Estas acciones operan como demostraciones de fuerza y como mensajes simbólicos hacia la región y la comunidad internacional.

Silencio oficial argentino y creciente tensión diplomática

A pesar de las reiteradas manifestaciones de respaldo al reclamo argentino en foros internacionales como la ONU y la OEA, el actual gobierno argentino, encabezado por Javier Milei, ha optado por no emitir declaraciones oficiales ante estas maniobras. El contraste con gestiones anteriores, que solían condenar públicamente este tipo de ejercicios, revela un giro en la política exterior argentina que ha sido interpretado como una validación tácita del statu quo británico en las islas.

En particular, las declaraciones del presidente Milei en torno al supuesto “derecho a la autodeterminación” de los habitantes británicos del archipiélago (kelpers) marcaron un quiebre con la tradicional posición argentina de rechazo a la ocupación. Esta postura ha debilitado la capacidad de presión diplomática de Argentina, en un contexto de consolidación militar británica en la región.

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