“Si denunciás, necesitás suerte”: la crítica a la justicia de Río Grande

Este miércoles, en consonancia con movilizaciones en todo el país, la Colectiva Feminista de Río Grande salió nuevamente a las calles al cumplirse diez años del primer grito de “Ni Una Menos”. Con un contundente documento, denunciaron el abandono estatal, el ajuste económico y el recrudecimiento de la violencia machista, en un escenario social marcado por la represión, la exclusión y el silenciamiento de las disidencias.

Al cumplirse una década del emblemático primer “Ni Una Menos” en 2015, la Colectiva Feminista de Río Grande convocó una masiva movilización que tuvo eco en todo el país. En un contexto de creciente violencia y retrocesos en políticas de género, las activistas leyeron un documento contundente frente a la comunidad.

“Hoy no es una fecha más. Hoy gritamos más fuerte que nunca: ¡Ni Una Menos!”, expresaron al inicio. La consigna fue acompañada por críticas al gobierno nacional, al que acusaron de aplicar un “ajuste violento” y de borrar programas clave. “No es exageración: es bronca, es hartazgo, es supervivencia”, sentenciaron.

La marcha reunió a feministas, organizaciones sociales, jubiladas y trabajadoras, quienes hicieron foco en el impacto de las políticas actuale "este gobierno no solo ajusta: abandona, despide, reprime y borra nuestras voces. Cerraron programas, echaron compañeras, recortaron políticas de género y reprimen a nuestras abuelas”.

Durante la lectura del documento, señalaron que “el ajuste también es violencia”, y que el retroceso en políticas públicas afecta especialmente a las mujeres y disidencias. Denunciaron también la disolución del Ministerio de las Mujeres y la eliminación de 13 programas que protegían derechos básicos.

Las cifras alarmantes acompañaron la protesta: 95 femicidios en lo que va de 2025 a nivel nacional y cinco denuncias diarias por violencia de género solo en Río Grande, según fuentes policiales "si denunciás, necesitás suerte. Mucha. Porque si no estás al borde de la muerte, el sistema no te ve”, reclamaron.

Recordaron además el femicidio de Yohana Rojas, ocurrido este año, como un símbolo del horror que sigue latente: fue asesinada y encontrada dentro de su propio placard "queremos vivir sin miedo. Queremos poder separarnos sin que eso signifique una amenaza”, manifestaron.

También se denunció la falta de acceso efectivo a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE/ILE) en Río Grande "las compañeras son maltratadas y deben viajar a Ushuaia para ejercer un derecho legal”. La falta de anticonceptivos y el desfinanciamiento de la salud sexual también fueron señalados como formas de violencia institucional.

Otro eje importante fue la solidaridad con distintos sectores vulnerables: jubiladxs, periodistas, familias con hijes con discapacidad, y residentes del Hospital Garrahan "defender el Garrahan es defender la vida”, afirmaron.

La Colectiva llamó a la unidad de las luchas y a no ceder frente a las fracturas internas "nos quieren separadas, pero todo lo que nos une en el feminismo y el transfeminismo es más fuerte”, remarcaron.

El cierre fue con un grito colectivo que resonó en la plaza "estamos de pie. En lucha. Frente a un gobierno que desprecia la vida, que nos quiere silenciar. Pero acá estamos: feministas, transfeministas, trabajadoras, pibas, jubiladas. Unidas. Ardiendo de rabia, de amor y de memoria. ¡Ni una menos!”.