“Desde el pico de empleo industrial en 2015, Tierra del Fuego perdió casi la mitad de sus puestos de trabajo”

Leonardo Pérez Bustos, titular de la consultora fueguina Neodelfos, dialogó con FM del Pueblo sobre la evolución del empleo industrial en Tierra del Fuego, desde 2001 hasta abril de 2025, y advirtió sobre las consecuencias sociales, económicas y geopolíticas de la pérdida de puestos de trabajo y de la desprotección del régimen industrial.

RÍO GRANDE27/05/202519640 Noticias19640 Noticias
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Leonardo Pérez Bustos, titular de la consultora fueguina Neodelfos, dialogó con FM del Pueblo sobre la evolución del empleo industrial en Tierra del Fuego, desde 2001 hasta abril de 2025, y advirtió sobre las consecuencias sociales, económicas y geopolíticas de la pérdida de puestos de trabajo y de la desprotección del régimen industrial.

“Nosotros realizamos un registro mensual de los puestos de trabajo en la industria fueguina desde enero de 2001 hasta abril de 2025, y pudimos individualizar distintas etapas”, explicó Pérez Bustos.

Detalló que la primera etapa fue una caída entre 2001 y 2003, coincidente con la crisis económica nacional, donde el empleo industrial pasó de 2.900 a 2.149 puestos. Luego, entre 2004 y 2015, hubo una fase de fuerte crecimiento, impulsada especialmente por la ley 26.539 en 2009, que amplió beneficios al subrégimen. "Esa etapa es considerada la época de oro de la industria fueguina”, afirmó.

En ese período se alcanzaron dos picos históricos: “En noviembre del 2013 llegamos a 16.255 empleos, y en noviembre del 2015 a 16.702”. Pero a partir del cambio de gobierno en diciembre de 2015, comenzó una nueva etapa: “Desde 2016 hasta 2019 observamos una caída pronunciada, que coincide con el gobierno de Mauricio Macri, que impulsó la apertura comercial, reducción de aranceles y una reorientación del régimen fueguino. Eso implicó la pérdida de aproximadamente 6.193 empleos, es decir, una caída del 37%”.

Recordó además que uno de los principales argumentos de esa gestión fue la baja de precios en productos como notebooks y netbooks. “No ocurrió ni una cosa ni la otra. Interpretamos que es por la exacerbada concentración comercial y logística. Hay monopolios u oligopolios que distorsionan los precios. Lo mismo podría pasar ahora con los dispositivos móviles”, advirtió.

Luego vino un leve repunte durante la pandemia, por la restricción de importaciones y cierta reactivación del mercado interno. “Sin embargo, nunca se volvió a los niveles de 2015”, aclaró.

Sobre la actualidad, diagnosticó: “Hoy estamos en una nueva fase de estancamiento y declive. Hay incertidumbre económica, falta de impulso estructural y una apertura a las importaciones desde 2024, sumado a una fuerte caída del consumo por políticas nacionales”.

Consultado sobre el impacto real, Pérez Bustos no dudó: “Desde noviembre de 2015 perdimos 7.766 puestos de trabajo formales registrados. Eso equivale al 46,5% de todo ese empleo. Y en términos de salario actual, estamos hablando de más de diez mil millones de pesos que dejan de circular en la provincia. Es un impacto económico muy significativo”.

Además, criticó la lógica del Gobierno nacional en torno a los aranceles: “Hoy se discute si un celular sale caro o barato. Pero no se evaluó el problema real. José Alonso, CEO de Mirgor, dijo que un celular Samsung de alta gama sale de fábrica a 980 dólares, pero el consumidor lo paga a 1.800. Ahí hay una gran distorsión”.

Señaló también el contexto político de los anuncios: “Cuando se anunció la quita de aranceles, lo hizo el vocero presidencial Adorni días antes de las elecciones en CABA. Me parece que buscaban votos de electores jóvenes que ven al iPhone y a las consolas como bienes aspiracionales. Fue una medida de corte electoral”, sostuvo.

Sobre el futuro de la industria, fue enfático: “Lo que hay que discutir es la diversificación y ampliación de la matriz productiva fueguina, en un proceso dinámico y compartido entre Nación y Provincia. Esta fue una decisión unilateral, inconsulta y sorpresiva. No corresponde. Y escuchar a ministros nacionales hablar tan livianamente de lo que deberíamos hacer los fueguinos, tampoco corresponde”.

Pérez Bustos aprovechó para denunciar la falta de voluntad del Estado nacional: “El puerto de Río Grande, que lo financia una empresa privada, está frenado hace dos años en una oficina nacional que no firma los permisos. Si queremos diversificar la matriz productiva, todos deben participar”.

Finalmente, alertó sobre la dimensión geopolítica: “¿Conocés Porvenir? Es la postal de Río Grande en los años 70, antes del subrégimen industrial. Si no hubiera existido, hoy Río Grande tendría unos 12.700 habitantes. La población se multiplicó por 13 o por 15 gracias al régimen. Y si mirás lo que pasa en el Atlántico Sur, ves que no es casual que haya diputados, como Juan Manuel López, que impulsan proyectos para desmantelar el subrégimen y asisten con entusiasmo a cócteles en la Embajada Británica. Esa agenda no es económica, es geopolítica”.

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