Los Caputo reactivan un megafondo para financiar inversiones en Tierra del Fuego

El Gobierno aceleró contactos con las empresas radicadas en Tierra del Fuego para sacar del freezer los proyectos de inversión que financiará el Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva (FAMP) de la isla. Se trata de un fideicomiso que se financia con una porción del IVA que no pagan las industrias beneficiarias del régimen, como Mirgor, de Nicolás Caputo, y Newsan, de Rubén Cherñajovsky. Lo administra el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que maneja el ministro de Economía, Luis Caputo. El FAMP tiene como brazo ejecutor a Noelia Ruiz, funcionaria que responde al asesor presidencial Santiago Caputo.

El FAMP se creó en 2021, con la renovación del régimen de beneficios fiscales hasta 2038 y prorrogable por otros 15 años. En ese entonces, se dispuso que el 15% de lo que las empresas deberían pagar de IVA cada mes se destine a un fideicomiso que financie proyectos de infraestructura y de actividades como pesca, agricultura, ganadería y turismo.

Del 100% de lo que se recauda, un 40% va para proyectos que presentan las propias empresas. El 60% restante se destina a infraestructura y a pequeños proyectos complementarios que aprueban la provincia y los municipios. Según el último informe de Jefatura de Gabinete al Congreso, el FAMP juntó $46.000 millones desde comienzos de 2022. Mirgor y Newsan, las empresas más grandes, aportaron la mitad de esa cifra. Como referencia, Fundar estimó que la exención del IVA significó unos USD 630 millones en 2021. El 15% de esa cifra roza los USD 100 millones.

El FAMP se reglamentó y se puso en marcha a inicios de 2022. Desde entonces, las empresas dicen que destinan todos los meses el dinero al fideicomiso que administra el BICE, pero que los proyectos no avanzaron.

El ministro Caputo -primo de Nicolás- había designado al frente del FAMP a la abogada Rita Mónica Almada, el 26 de abril. Pero dos meses más tarde, Almada dejó su lugar a Noelia Ruiz. De trayectoria en el PRO, Ruiz llegó a la gestión de la mano del asesor presidencial y sobrino de “Toto”, Santiago Caputo, que por esos días también la designó como directora en Arsat.

Desde abril, permanece en el triunvirato que controla el FAMP Felipe Berón, subsecretario de Planificación Productiva. El economista integra el organigrama del secretario de Coordinación Productiva, Juan Pazo, y trabajó en Anker, la consultora que tuvo el hoy ministro hasta diciembre. El Ministerio de Interior designa al ocupante de la tercera silla. La cedió a la provincia: Maximiliano D’Alessio, funcionario del gobernador Gustavo Melella, ocupa ese cargo.

En el último mes, Ruiz tuvo reuniones con las cámaras y las empresas fueguinas. El discurso fue similar en todos los encuentros, según distintas fuentes del sector privado: llegaba con la orden de Santiago Caputo de agilizar proyectos. Envió notas a las empresas para que ratifiquen los emprendimientos que habían presentado y que, en algunos casos, tenían una preaprobación.

La semana pasada, la recién llegada se tomó un paréntesis para viajar a San Francisco con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, el cordobés Juan Schiaretti, los diputados Cristian Ritondo y Rodrigo De Loredo y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, entre otros, a un foro de Inteligencia Artificial y con pasajes emitidos por la Fundación Universitaria Río de la Plata (FURP).

Las empresas de Tierra del Fuego están entusiasmadas, porque coinciden en que el FAMP se movió poco y nada con Sergio Massa en Economía. Pero también, ansiosas. Necesitan que los proyectos se muevan. Buscan que el FAMP les permita mostrar iniciativa de transformación, algo que se le critica a los beneficiarios del régimen de promoción industrial, vigente desde 1972.

“Celebramos que se retome el FAMP, porque hay un montón de inversiones que llevarán mejoras a la provincia, permitirán desarrollar el turismo y otras industrias. Es la puerta para mostrar que se pueden hacer otras cosas, que conocemos el territorio y podemos diversificarnos”, sostuvo la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte).

Mientras tanto, D’Alessio avanzó con los contactos con las empresas. El funcionario fueguino ya integraba el FAMP con un rol más técnico, pero ahora ganó espacio en la toma de decisiones para impulsar los proyectos que interesan en la isla. Sugirió a empresarios dejar de lado pequeños proyectos e integrarse como socios minoritarios en otros más estratégicos. Por eso, promueven cambios en la reglamentación del fondo.

“Han prometido cambios que reclamábamos y que son muy importantes”, dijo a Cenital Juan Pablo Guaita, CEO de Aires del Sur, una empresa que fabrica los aires acondicionados Electra. “El más sustantivo es que, en vez de ir con un pequeño proyecto propio y difícil de encarar, podamos sumarnos varias empresas a un mismo proyecto”, agregó.

Guiata ejemplificó: “Nos podríamos sumar con el 1, el 2 o el 10% al puerto de Río Grande. Eso facilitaría mucho el proceso para invertir ese 40% al sumarlo a un proyecto existente”. El puerto de aguas profundas de Río Grande es el proyecto insignia de Mirgor. Con una inversión estimada en USD 500 millones, la familia de Nicolás Caputo -primo del ministro- quiere construir una obra que permita importar la mercadería para las fábricas alojadas en esa localidad y liberar el puerto de Ushuaia para turismo. También sería una plataforma para enviar mercadería a la Antártida, que hoy se abastece en buena medida desde Chile. Y serviría como puerta de entrada y de salida para la extracción de gas del proyecto Fénix, de Total, a 100 kilómetros de allí.

Mirgor trabaja en la ingeniería básica del puerto y espera que se acelere la gestión del FAMP. El fondo aportaría al proyecto desde varios lados. Por un lado, la empresa pondrá el 40% de los recursos que aporta mensualmente en su iniciativa. También podría recibir recursos de los eventuales socios que se sumen, con la nueva reglamentación. Pero también tendría flujos desde lo que aporta toda la industria a la bolsa común, porque se trata de un proyecto de infraestructura que la provincia quiere impulsar.

Incluso podría gozar de los beneficios del RIGI: califica por la magnitud de la inversión, por tratarse de un proyecto de infraestructura y por permitir una vía de salida para exportaciones hidrocarburíferas o, eventualmente, de hidrógeno verde. La reglamentación del Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones no marca incompatibilidades con los regímenes promocionales. Fuentes ligadas a la compañía indicaron que “el RIGI es una posibilidad”.

Mientras Mirgor acelera con el Puerto, BGH prepara proyectos inmobiliarios, Radio Victoria presentó una iniciativa ganadera y la otra gran empresa, Newsan, buscará invertir su 40% en una fábrica de alimentos y servicios de catering para abastecer a cruceros. Es un negocio complementario al que Cherñajovsky desarrolló en la última década, desde que el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno le exigió exportar un dólar por cada dólar de importación. Entonces, comenzó con la venta al exterior de productos de pesca y otros. Hoy representa aproximadamente la mitad de su negocio, que recientemente se amplió al consumo masivo con la compra de la operación local de Procter & Gamble.