Cada 27 de junio, en Argentina se celebra el Día del Trabajador del Estado, una jornada dedicada a reconocer y celebrar el trabajo de los empleados de la administración pública. Esta fecha fue instaurada por el Congreso Nacional en 2013 a través de la Ley 26.876, que establece este día como día de descanso para los trabajadores estatales del país.

La elección de esta fecha se remonta a 1978, cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio 151 y la Recomendación 159. Estos instrumentos internacionales promueven el derecho a la negociación colectiva y mejoran las relaciones laborales para los trabajadores del Estado. En Argentina, el convenio fue ratificado en 1987 mediante la Ley 24.185, que reglamentó las negociaciones colectivas entre la administración pública y sus empleados.
  
Una jornada de descanso para empleados públicos

El martes 27 de junio, diversas dependencias estatales tanto a nivel nacional como en las provincias y municipios, incluyendo oficinas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y Registros Seccionales de la Propiedad del Automotor, no abrirán sus puertas ni prestarán atención al público. Este asueto, que se equipara a un feriado nacional, se aplica a todos los empleados de la administración central, organismos descentralizados, trabajadores de la salud, seguridad, Poder Judicial y universidades públicas.

Mariano de los Heros, director de Anses, confirmó que “las oficinas permanecerán cerradas durante el jueves 27 de junio y la atención se reanudará con normalidad el viernes 28”, asegurando que el calendario de pagos no sufrirá modificaciones y las prestaciones previstas se acreditarán en la cuenta de sus titulares.
 
Además de la Anses, otros organismos como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) también suspenderán sus actividades. Sin embargo, la sección de Aduanas de la AFIP continuará operando normalmente debido a su carácter operativo esencial. Es importante destacar que las entidades bancarias, aunque dependan del Estado, funcionarán con normalidad, ya que sus empleados se rigen por el gremio de los bancarios.