Una mujer que vendieron al nacer encontró a su madre biológica en Río Grande

Mónica nació en Río Gallegos, a su madre le dijeron que había muerto y nunca más volvió a saber de ella hasta hace unos días, donde tras una larga búsqueda esta mujer pudo dar con su familia.

Río Grande 15/05/2021

Mónica López nació en 1967 en Río Gallegos, a los cuatro días se la llevaron a Buenos Aires y nunca más volvió. Cuando creció sospechaba que no era parte del grupo familiar, y su papá le contó que había sido adoptada. Así empezó el derrotero de esta mujer en búsqueda de la verdad.

Lo primero que averiguó, hace unos tres años -cuando comenzó todo- fue que su madre biológica trabajaba en una peluquería en la capital santacruceña, hace ya varias décadas.

Antes de que su padre adoptivo falleciera le pidió que le contara. “No querían contarme nada hasta que, finalmente y bajo presiones, mi papá me dijo que no era su hija biológica”, dijo Mónica.

En principio supo que vivían en Ushuaia y tras perder un bebé, viajaron a Río Gallegos “donde vivían mis abuelos adoptivos que tenían la administración del Club Río Gallegos”, explicó.

“Mi abuelo se llamaba Antonio López Pérez, ahí vivían mis padres adoptivos, al lado de este club había una peluquería donde se atendían todos ellos, que se llamaba Marión y la atendía Margarita Fernández. En ese lugar vivía un sobrino de ellos estudiante de medicina y tenían una empleada que quedó embarazada”, indicó.

El miércoles, Mónica, dio la noticia en AM680 donde relató que hace dos semanas pudo dar con su madre biológica, a quien vino a visitar a nuestra ciudad y pudo conocerla no sólo a ella, sino también a sus hermanas y sobrinas. “Fue sumamente emocionante, estoy muy feliz”.

"Agradezco a todos aquellos que han enviado mensajes de buena energía. Todo eso se sintió”, dijo en declaraciones a la emisora radial.

Dijo que cuando nació, en la peluquería a su mamá le dijeron que había fallecido. "Nunca me vio ni me tuvo en brazos”, asegurando que “la vendieron” y esto pudo corroborarlo con una tía adoptiva quien, hace dos meses, le dijo que ella misma viajó de Buenos Aires a Río Gallegos para “llevar la seña de los $2.800 que pagaron por mi compra”.

“Eso es lo que agrava aún más la situación. Quién me vendió, no lo sé. Sí que la señora Margarita le dijo a mi mamá que había muerto”, agregó Mónica.“Nunca dejé de pelear gracias a Dios, y hoy puedo sentir el calorcito de mi mamá. Era lo único que me faltaba”, dijo emocionada.

Nota: La Opinión Austral.

 

 

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