Año Nuevo sin estruendos: minutos de festejo que generan sufrimiento en niños con TEA y perros

A pocas horas de la llegada del Año Nuevo, lo ocurrido durante la madrugada de Navidad en Río Grande vuelve a encender una alerta. El uso de pirotecnia sonora, pese a estar prohibido, provocó miedo, pérdidas de mascotas y afectó gravemente a personas con hipersensibilidad auditiva, dejando un llamado urgente a la conciencia colectiva.

Durante la madrugada del 25 de diciembre, distintos barrios de Río Grande se vieron sacudidos por múltiples detonaciones de pirotecnia. Las explosiones, de variada intensidad, generaron temor y desorientación en animales domésticos y afectaron a personas sensibles al ruido, especialmente niños dentro del espectro autista.

Con el amanecer, las redes sociales se llenaron de publicaciones de vecinos que buscaban a sus perros. Decenas de animales escaparon de sus hogares asustados por los estruendos y se perdieron en distintos sectores de la ciudad, obligando a sus familias a iniciar una búsqueda desesperada.

La Policía de Río Grande recibió denuncias por los ruidos y constató los hechos, aunque no se reportaron personas heridas ni daños materiales. Desde el Municipio recordaron que el uso, venta y comercialización de pirotecnia están prohibidos por la ordenanza N.º 4026/2019, cuyo objetivo es proteger la seguridad de las personas y el bienestar de los animales.

El impacto del ruido no se limitó a las mascotas. Familias de personas neurodivergentes advirtieron que este año el uso de pirotecnia fue mayor que en celebraciones anteriores. Silvene Willy, referente de Padres TEA Tierra del Fuego, señaló que “la noche de Navidad se escuchó muchísimo la pirotecnia, más que en muchos otros años”, y remarcó que “a los chicos con autismo afecta bastante”.

Según explicó, para niños con hipersensibilidad auditiva el estruendo no es una molestia pasajera, sino una experiencia dolorosa que puede tener consecuencias prolongadas "por ahí diez minutos de que vos la pases bien, para un niño con autismo son semanas pasándola mal”, expresó.

El reclamo también apunta a la falta de controles y prevención "como no hay una prevención real, se va haciendo cada vez más”, advirtió Willy, al tiempo que recordó que existen normativas vigentes que prohíben el uso abusivo de pirotecnia sonora.

A horas de una nueva celebración, lo sucedido en Navidad deja una enseñanza clara. La pirotecnia no solo incumple la ley, sino que genera miedo, sufrimiento y pérdidas que podrían evitarse. Las autoridades y las familias afectadas insisten en la necesidad de optar por alternativas sin ruido y celebrar con responsabilidad.

El comienzo de un nuevo año se presenta como una oportunidad para cambiar conductas y demostrar que festejar también puede ser un acto de respeto hacia quienes más lo necesitan: las mascotas, los niños y las personas sensibles al ruido.