RGA Activa sostuvo su actividad con fondos propios y cerró el 2025 con producción récord

En declaraciones a Radio Provincia, el presidente de Río Grande Activa Sociedad del Estado (RGA), Juan Pablo Deluca, realizó un balance del año marcado por la caída del consumo, la ausencia de aportes municipales y un contexto económico adverso, pero también por un desempeño productivo récord y avances estratégicos para la empresa.

El titular de RGA confirmó que “el Municipio de Río Grande no realizó los aportes de capital previstos para 2025, unos 70 millones de pesos, que forman parte del esquema anual de financiamiento para sostener y ampliar la producción”.

En ese escenario, Deluca sostuvo que “este año fue duro, somos una empresa con lógica de gestión privada, pero nuestro principal dueño es el Municipio, los aportes estaban definidos y no llegaron, eso nos obligó con la empresa sólo con flujo propio, sin poder dar algunos saltos planificados”, explicó.

A pesar de ello, destacó que “RGA logró cerrar 2025 con una producción récord de 20 mil pollos, la cifra más alta en la historia de la empresa, con mucho esfuerzo y sin detener ninguna de las líneas productivas”.

Deluca reconoció que “desde mayo hasta septiembre hubo un marcado estancamiento en las ventas, fenómeno que alcanzó a la mayoría del comercio local y se nota en el bolsillo de los vecinos y vecinas, la mano viene dura”, y señaló que la mejora de noviembre y diciembre “es apenas un pequeño repunte”.

El impacto fue más fuerte en Río Grande, donde RGA tiene su punto de venta directo, mientras que en Ushuaia el comportamiento del mercado “mostró números algo mejores”.

El presidente de RGA remarcó que pese a las dificultades “no se frenó ninguna línea de producción, y que incluso se sumaron nuevos hitos para la empresa como es la producción sostenida de cerdos y verduras de hoja, expansión de la oferta de huevos frescos”.

Además, anunció el “lanzamiento de tomates RGA, que estuvieron disponibles el Canto del Viento y en el Mercado Atlántico, además de la producción de ajos RGA, cuyo primer ciclo de seis meses culminará en enero, cuando salgan a la venta”, selló.

También resaltó que “por primera vez RGA concretó ventas a cruceros antárticos, un objetivo estratégico que la empresa buscaba desde hacía años y que abre un mercado de alto valor agregado”.

En este sentido, afirmó que “hay mucho interés porque somos productores directos y podemos adaptar los productos a la demanda específica”, puntualizó.

En cuanto al consumo, explicó que “mientras el consumo de carne cae, el pollo es lo que sostiene la mesa semanal, tras la última suba, con un kilo de carne hoy se compran cuatro kilos de pollo”.

Informó que la empresa aplicó un ajuste anual del “23%, muy por debajo del IPC Patagonia y de la inflación alimentaria”, y detalló: “el kilo de pollo RGA pasó de $4.200 a $5.190 y hoy estamos haciendo un esfuerzo enorme para mantenerlo accesible”.

Deluca también advirtió que “entre 2024 y 2025, la importación de carne de pollo creció 325%, sobre todo pechuga, en góndola termina siendo hasta 30% más barato que el producto local”.

En ese contexto defendió la calidad del producto local “somos el único pollo verdaderamente fresco del mercado, el pollo ‘fresco’ del supermercado es descongelado, no se puede volver a congelar, el nuestro nunca fue congelado”.

Consultado sobre la modificación de la normativa y el acuerdo para producir mejillones, Deluca sostuvo que “es un debate que quedó viciado en origen por las formas. Hay que discutir cómo producimos, para quién y con qué criterios de sostenibilidad”.

Además, afirmó que “la acuicultura tiene futuro en Tierra del Fuego, pero insistió en que debe ir acompañada de criterios ambientales, económicos y sociales sólidos”.

Y remarcó "producir alimentos de forma local y sostenible es central. No podemos resignar nuestra sostenibilidad ni permitir que desde afuera nos digan qué hacer”.

Sobre los proyectos salmoneros, fue categórico “en principio, la producción de salmón no se debería permitir, debe trabajarse con especies autóctonas o naturalizadas, como trucha arcoíris”.

Explicó que “RGA llegó a formular un proyecto RAS para los piletones de la ex planta potabilizadora”, pero señaló que “el límite de 50 toneladas impuesto por la normativa actual hace inviable el engorde comercial”, habilitando sólo iniciativas vinculadas a la fase genética.

Deluca insistió en que la provincia debe planificar su desarrollo “con estabilidad económica y social, para que la provincia tenga mayor poder de negociación al definir el uso del territorio y las prácticas productivas”.

Alertó que “somos una comunidad ante enormes desafíos, no es lo mismo debatir proyectos de inversión cuando la industria atraviesa uno de sus peores momentos, es ahí donde se vuelve fácil bajar la guardia”.

Y cerró con una frase que define su postura “debemos combinar producción y sostenibilidad ambiental. No hay que cerrar el debate, pero tampoco permitir proyectos que no respondan a las necesidades ni a los criterios de nuestra comunidad”.