Adrián Goodall y la memoria de Río Grande: de los barcos de Menéndez a la construcción de la ciudad

El antiguo poblador reconstruyó la historia de la ciudad: los barcos de Menéndez, el rol del frigorífico, la vida en las estancias y la solidaridad de los vecinos que cimentó la identidad fueguina.

RÍO GRANDE03/09/202519640 Noticias19640 Noticias
Adrián Goodall (1)

En diálogo con Info 3 Noticias, el antiguo poblador Adrián Goodall abrió su memoria para relatar cómo se forjó la historia de Río Grande, desde los primeros barcos de Menéndez, el frigorífico y la vida en las estancias, hasta las obras construidas con el esfuerzo y la solidaridad de los vecinos.

“Con seguridad el crecimiento de Río Grande estuvo ligado a Menéndez, porque tenía tres barcos chicos que venían de Punta Arenas. No había ruta 3 ni movilidad, todo dependía de ellos”, recordó. Su hermano incluso viajó en uno de esos barcos cuando necesitó atención médica urgente en Chile: “En un día y medio estaba en Punta Arenas sacándose el rollo de la figa”, contó.

Adrián explicó que todo el comercio, e incluso los problemas de salud, se resolvían gracias a ese transporte. “Nosotros de chicos íbamos al colegio en Punta Arenas, porque mi padre no quiso seguir en el frigorífico cuando lo tomó Cap y decidió mudarse a Viña del Mar, luego volvimos a Chile y estudiamos en un colegio inglés en Punta Arenas”, relató.

Sobre su padre, recordó: “Él era ingeniero de frío, trabajaba en una compañía de compresores cuando comenzó la necesidad de llevar carne a Europa. En 1918 lo mandaron a Punta Arenas y allí fue contratado para el frigorífico”. Ese trabajo marcó el inicio de una etapa clave para la producción ovina fueguina, con la carne enviada a Inglaterra en barcos refrigerados.

El entrevistado también resaltó el aporte comunitario al crecimiento de la ciudad: “Menéndez traía los materiales, pero la ciudad la hicieron los vecinos. Se hacían donaciones, rifas, era más fácil dar un ternero que ir a comprar cemento”. Entre las obras mencionó la biblioteca, la plaza de los animales, el club San Martín y hasta un edificio donado por Boca Juniors.

Asimismo, recordó un gesto especial: “La Casa Verde en Alverde y Don Bosco la hicieron las esposas de ingenieros americanos en memoria de un chico que murió en Cabo Domingo. Era un albergue infantil”.

Sobre las dificultades de aquella época, Adrián evocó los traslados: “Un año demoramos siete días de viaje para poder venir a Río Grande. Era un día entero de policía chilena a policía argentina, con coches cargados y pantaneras”.

Finalmente, lamentó que parte de esa historia se haya perdido: “Joaquín Goytisolo fue uno de los primeros médicos, tenía su nombre en un edificio, pero lo borraron y lo pintaron de blanco. A mí me molesta. El intendente es el capitán del barco, alguna responsabilidad tiene que tomar”.

Adrián, con sus recuerdos, permitió revivir aquellos tiempos fundacionales donde el esfuerzo de pioneros y vecinos dio forma a la identidad de Río Grande.

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