Hongos en el frío austral: avance científico impulsa la agricultura sustentable y la soberanía alimentaria

La investigadora de la UNTDF y del CONICET, Paulina Moya, explicó cómo lograron aislar cepas de hongos benéficos para cultivos en Tierra del Fuego. El desarrollo busca fortalecer la soberanía alimentaria local.

08/08/202519640 Noticias19640 Noticias
Paulina Moya- Conicet

En comunicación con FM Del Pueblo, la docente del Instituto de Cultura, Sociedad y Estado de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego e investigadora del Conicet, Paulina Moya, habló sobre los avances científicos vinculados al uso de hongos benéficos como bioinsumos agrícolas. Detalló los cinco años de trabajo en el aislamiento y estudio de cepas del género Trichoderma, capaces de desarrollarse en suelos fueguinos y resistir bajas temperaturas, con resultados prometedores en cultivos como la lechuga. También abordó la importancia del trabajo conjunto con el INTA, el impacto de la investigación en la soberanía alimentaria y la necesidad urgente de financiamiento para producir a mayor escala.

En primer lugar, Paulina Moya explicó que el proyecto comenzó hace cinco años con el aislamiento de cepas de hongos nativos en suelos de huertas fueguinas "lo que hicimos fue aislar del suelo donde la gente produce alimentos. Aparecieron hongos del género Trichoderma, conocidos por sus beneficios agrícolas, aunque no todas las especies funcionan igual, y dentro de una misma hay variabilidad”, detalló.

Posteriormente, destacó que encontraron dos cepas con una particularidad poco común: prosperan en temperaturas frías "Crecen bien y mantienen sus propiedades en frío. Los ensayos fueron con lechuga y tuvieron muy buenos resultados ya que, aumentaron el crecimiento y redujeron la severidad de la podredumbre gris”, comentó, haciendo énfasis en que este hongo también afecta a cultivos como frutilla.

A su vez, la docente e investigadora explicó que el Trichoderma actúa como un protector natural "se utiliza como biofertilizante y como biocontrolador de hongos patógenos. Compite en el suelo, crece rápido y genera metabolitos que favorecen el desarrollo de las plantas”, afirmó. Además, recalcó que este hongo “no es comestible, pero no es patógeno para el ser humano”.

En relación al proceso, Moya señaló que se reproduce mediante esporas "lo hacemos crecer en medios adecuados, lo propagamos, y luego se aplica en forma de riego sobre los cultivos. Estamos trabajando en la formulación del sustrato más eficiente para su desarrollo”, explicó. También mencionó que los ensayos se realizaron en invernaderos del INTA de Ushuaia y Río Grande.

Por último, Paulina Moya remarcó la importancia del desarrollo local "hay muchas marcas de Trichoderma, pero sus cepas vienen del norte. No es lo mismo, las nuestras son de acá y se adaptan a este suelo y clima. Queremos crear una biofábrica piloto para abastecer a productores fueguinos y luego escalar el proyecto. Ya estamos buscando financiamiento”, cerró.

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