Mieloma múltiple: un nuevo esquema de tratamiento demostró prolongar la sobrevida de los pacientes

Se trata de una terapia combinada para pacientes que no tienen indicación de trasplante que demostró retrasar el avance de la enfermedad por más tiempo.

País13/05/202519640 Noticias19640 Noticias
Mieloma múltiple

El mieloma múltiple es una enfermedad hematológica crónica, ocasionada por la producción descontrolada de células plasmáticas en la médula ósea y representa el segundo cáncer de la sangre más frecuente a nivel mundial, con frecuencia marcado por recaídas reiteradas, complicaciones óseas, anemia, insuficiencia renal y un impacto sostenido en la calidad de vida.

La mayoría de los casos se diagnostica en mayores de 65 años, muchos de los cuales no son candidatos a trasplante de médula ósea por comorbilidades o su condición clínica general. Para esta población, que representa una proporción significativa de los nuevos diagnósticos, ya se encuentra aprobada y disponible en Argentina una nueva opción de tratamiento de primera línea.

La misma consiste en un esquema terapéutico que suma isatuximab -un anticuerpo monoclonal con un mecanismo de acción innovador- al tratamiento estándar con bortezomib, lenalidomida y dexametasona. Esta combinación ofrece un abordaje integral desde el inicio del tratamiento, con resultados clínicos con el potencial de marcar un nuevo estándar en la atención del mieloma.

Avances con impacto en la calidad de vida
El desafío en el manejo del mieloma múltiple radica en controlar la enfermedad, pero también en mejorar o preservar la calidad de vida de los pacientes. La recurrencia frecuente de los síntomas, el deterioro físico progresivo y la carga del tratamiento impactan en aspectos emocionales, sociales y funcionales, especialmente en pacientes de edad avanzada. En este contexto, contar con terapias innovadoras, efectivas y bien toleradas en primera línea de tratamiento puede hacer una diferencia sustancial.

Además, como el mieloma múltiple suele cursar con recaídas, se vuelve fundamental lograr desde el inicio respuestas profundas -medidas por la enfermedad mínima residual negativa (EMR)- y sostenidas en el tiempo. Estos dos factores están asociados con mejores resultados a largo plazo y con una mayor probabilidad de controlar la progresión de la enfermedad durante más tiempo.

“El régimen de estas cuatro terapias, indicadas en combinación, busca justamente responder a esta necesidad no cubierta. La incorporación de este tratamiento potencia la acción del tratamiento estándar y promueve una respuesta más profunda y sostenida sin comprometer la seguridad, lo cual es sobre todo relevante en esta población de pacientes no candidatos a trasplante”, especificó el Dr. Patricio Duarte, médico hematólogo, Subjefe de la Unidad de Trasplante Hematopoyético del CEMIC.

Evidencia sólida
Los beneficios de esta combinación -en términos de eficacia y seguridad- fueron demostrados en el estudio clínico fase III, IMROZ, que incluyó adultos recién diagnosticados con mieloma múltiple que no eran elegibles para trasplante. Los resultados fueron contundentes:

  • Supervivencia libre de progresión (SLP): a cinco años, el 63,2% de los pacientes tratados con las cuatro terapias (grupo IMROZ) seguía sin progresión de la enfermedad, frente al 45,2% de quienes recibieron solo las otras tres terapias (VRd). Esto representa una reducción del 40,4% en el riesgo de progresión o muerte.
  • Tasa de respuesta completa (RC) o mejor: el 74,7% de los pacientes del grupo IMROZ alcanzó una respuesta completa o mejor, versus el 64,1%.
  • Enfermedad mínima residual (EMR) negativa: entre quienes alcanzaron RC, el 55,5% del grupo IMROZ logró EMR negativa, un marcador clave de profundidad de respuesta, versus 40,9%.
  • EMR negativa sostenida por al menos 12 meses: Esta métrica refleja una remisión prolongada y profunda. 46,8% para el grupo IMROZ, comparado con el 24,3% del grupo VRd.


Estos resultados demuestran una mejora estadísticamente significativa en parámetros clínicos fundamentales, al tiempo que abren la puerta a una mejor expectativa de calidad de vida al reducir el riesgo de progresión temprana de la enfermedad y la necesidad de tratamientos subsiguientes.

Isatuximab ya había sido aprobado en Argentina en líneas posteriores de tratamiento, en combinación con otros agentes para pacientes con mieloma múltiple en recaída o refractario. Sin embargo, su inclusión como parte de un esquema de primera línea representa un paso clave en la evolución del abordaje terapéutico de la enfermedad.

“La llegada del esquema que suma isatuximab al tratamiento estándar de primera línea es una noticia muy importante para los pacientes y los equipos médicos, porque obtiene mejores resultados y amplía el horizonte terapéutico para un grupo de pacientes que históricamente tenía menos opciones en las etapas iniciales del tratamiento”, concluyó el Dr. Duarte, quien coordina la Subcomisión de Mieloma Múltiple de Sociedad Argentina de Hematología y el Grupo Argentino de Mieloma Múltiple (GAMM).

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