Se cumplen 60 años del primer vuelo realizado por un argentino a las Islas Malvinas

La proeza la cumplió el piloto Miguel Fitzgerald el 8 de septiembre de 1964, que ese mismo día cumplía 38 años de edad. Completó esta aventura con un pequeño avión Cessna 185 al que bautizó “Luis Vernet”.

País08/09/202419640 Noticias19640 Noticias
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 El piloto Miguel Fitzgerald fue el primer argentino en volar a nuestras Islas Malvinas y plantar la bandera argentina el 8 de septiembre de 1964. Lo hizo solo y el día de su cumpleaños piloteando un avión monomotor Cessna 185 (260HP), matrícula LV-HUA.

Hijo de padres irlandeses, Fitzgerald nació el 8 de septiembre de 1926 y falleció el 25 de noviembre de 2010.

En sus narraciones de este hecho histórico sostuvo que fue solo una ocurrencia que tuvo, sin darle demasiada importancia, hizo algo que creía que debía hacerse y que solo lo llevó a cumplir un sueño que tuvo.

Decía que ser piloto civil es una vocación y ya a los seis años tenía esos sueños. A los 16 años voló planeadores y a los 20 años comenzó a pilotar aviones con motor.

Era un avezado piloto y en 1962 dio la primera muestra de ello al volar desde Nueva York a Buenos Aires, sin escalas, con un monomotor Cessna 210 (260HP).

Trabajó en Aerolíneas Argentinas, hizo fotografía aérea, taxi aéreo, remolque de carteles y siempre se mostró orgulloso de no haber hecho trabajos de fumigación ni contrabando.

Ese año, 1964, Malvinas estaba en la agenda de la Naciones Unidas, no por iniciativa del gobierno argentino, sino por decisión de la Asamblea, se estaba por tratar el tema de las colonias en América y en los hangares del país, en las charlas entre pilotos, aparecía y reaparecía el sueño de cruzar a Malvinas y plantar nuestra bandera argentina.

Fitzgerald decidió que lo haría y a través de un amigo suyo que trabajaba en el diario La Razón averiguó si les interesaba la cobertura periodística y a él a su vez le interesaba la difusión, para protegerse, porque podía ser sancionado por la Fuerza Aérea con una suspensión severa.

Al editor del diario no le interesó la propuesta y como acababa de salir el diario Crónica, su joven director se entusiasmó con la misma.

Le ofreció el avión, el combustible, los gastos, si viajaba con él un fotógrafo del diario, pero ese viaje Fitzgerald lo quería solo para él, solamente requería un Avión Cessna 182 similar al que utilizó y que le hicieran, para cubrirse, una nota cuando volviera.

Esto no prosperó y el Cessna se lo prestó finalmente el señor Siro Alberto Comi, presidente del Aeroclub de Monte Grande, que era representante de esa marca de aviones.

Fue redactada la proclama que reivindicaba a las islas como argentinas y Fitzgerald partió al sur, rumbo a Río Gallegos, a cumplir con su hazaña personal.

Era el 8 de septiembre de 1964 y ese mismo día él cumplía 38 años de edad, logrando esta proeza con un pequeño avión Cessna 185, motor de 260 HP, matrícula civil LV-HUA, al que bautizó Luis Vernet".

Decía que cuando uno está volando y está haciendo algo arriesgado, no piensa en nada más que en eso, está concentrado en lo que está haciendo.

La pista de despegue fue la del Aeroclub de Río Gallegos, que no tenía torre de control monitoreada por la Fuerza Aérea.

Voló mar adentro y a las tres horas y quince minutos estuvo en contacto visual con el archipiélago de Malvinas.

Desde arriba veía un rectángulo como de cientos de islas e islotes, pero cuando sobrevoló el archipiélago, una capa muy densa de nubes le impide ver y no podía descender entre las mismas, porque en alguna parte se sabía que había un cerro de 600 metros de altura, entonces esperó un claro y cuando lo vio inició el descenso hacia debajo de la capa de nubes e identificó Puerto Argentino, visualizando la pista de cuadreras, donde aterrizó normalmente.

Se bajó del avión y colgó la bandera argentina en el enrejado de la cancha; se le acercó un hombre de los que se habían juntado a ver el aterrizaje, quien le preguntó si necesitaba combustible; porque no se le había ocurrido que era argentino.

Entonces Fitzgerald le entrega la proclama escrita en español y le dijo: "Tome, entréguele esto a su Gobernador"; luego se subió al avión y despegó normalmente volviendo a Río Gallegos. “Todo esto llevó unos quince minutos", recordó.

Cuando llegó a Río Gallegos el señor Héctor Ricardo García, el director de Crónica, empezó a jugar su papel y tenía la primicia.

El título en letra catástrofe fue: "Malvinas: hoy fueron ocupadas" y ese día, 8 de septiembre de l964, no se habló de otra cosa y La Razón registró uno de los días de más bajas ventas de su historia, su competidor llamó la atención e inauguró un estilo periodístico.

Cuenta la leyenda que hasta ese día los diarios no aceptaban devoluciones, pero los canillitas presionaron tanto a La Razón para devolverle sus ejemplares, que este antecedente después pudo modificar la relación entre los dueños de los diarios y los repartidores.

Al volver a Buenos Aires, en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, lo esperaban del Movimiento Nacionalista Tacuara, quienes lo subieron a un jeep y lo llevaron a dar vueltas por la ciudad, como a un héroe.

Ese recibimiento y el festejo popular hicieron que la Fuerza Aérea no suspenda la matrícula de piloto y se le aplicó solamente un apercibimiento.

Miguel Fitzgerald no estuvo en la tapa de los diarios y es de extrañar que un hombre que hizo lo que hizo, ni por un momento se lamentó de no tener una foto que hubiese registrado la hazaña.

Por gentileza del Correo Argentino, se realizó un matasellos especial alusivo al Cincuentenario del Vuelo de Miguel Fitzgerald a las Islas Malvinas el 8 de septiembre de 2014, en la sede central del Correo Argentino estuvieron presente en ese lugar la esposa del piloto, Palmira, junto con amigos y familiares.

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