Como en "Breaking Bad", un ingeniero químico cocinaba drogas en Santa Fe

Hace más de una década, la televisión norteamericana estrenó una serie que con el auge de las grandes plataformas de streaming se convirtió en un éxito mundial. Se titula Breaking Bad y narra la historia de Walter White, un profesor de química con problemas económicos a quien le diagnostican un cáncer de pulmón inoperable y que para pagar su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia utiliza sus conocimientos profesionales para cocinar y vender metanfetaminas junto a un antiguo alumno suyo. Quizás, inspirada en parte de esa historia, un ingeniero químico y profesor de la Universidad Nacional de Litoral fue apresado en la ciudad de Santa Fe acusado de liderar junto a uno de sus hermanos una banda que cocinaba cocaína de alta pureza y la enviaba a la provincia de Santa Cruz.

En el marco del operativo para poner fin a la organización y denominada “Blanco pintor”, agentes de la Policía Federal realizaron 21 allanamientos y detuvieron no solo al profesor identificado extraoficialmente como Sergio Rubén A., de 55 años, sino a otras doce personas en tres provincias que serán acusadas de cumplir diferentes roles en la organización dedicada a la elaboración, transporte, acopio y distribución de estupefacientes a diferentes localidades santacruceñas.

Las tareas investigativas llevadas a cabo por los efectivos federales permitieron establecer que dos hermanos afincados en la ciudad de Santa Fe, uno de ellos ingeniero químico y docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), eran los principales responsables de una organización que adquiría pasta base presuntamente en Bolivia y elaboraba clorhidrato de cocaína para luego distribuirlo a varios proveedores de la capital santafesina.

Para los pesquisas, los hermanos además de participar activamente en la fabricación de la droga la enviaban mediante encomiendas o disimulada dentro de baldes de pintura hacia la ciudad santacruceña de Caleta Olivia y desde allí continuaba la cadena de distribución hacia las localidades de Perito Moreno, Los Antiguos y Gobernador Gregores, todas ellas próximas a la ruta nacional 40, en el oeste de la misma provincia por lo que no se descarta incluso que se exportara a Chile por algún paso internacional.

Según logró establecer la investigación criminal, el docente y químico santafesino también había dictado clases en la Universidad Nacional de General Sarmiento (Gran Buenos Aires) y era el encargado de conseguir los precursores químicos para la producción de la pasta base o estirar el clorhidrato de cocaína, trabajo que llevaba a cabo gracias a sus saberes profesionales y en fincas que funcionaban como cocinas en la ciudad de Santa Fe.

Una vez que la investigación pudo determinar el rol de cada miembro de la organización criminal se logró detectar que una de las personas involucradas mandaría una encomienda con estupefacientes escondidos dentro de 4 baldes de pintura por lo que se dispuso el seguimiento de ese envío. Llegados a esa instancia, y con la anuencia del Juzgado Federal de Caleta Olivia a cargo de Marta Isabel Yañez, se interceptó el envío de las drogas en el Centro de Distribución de la Empresa Vía Cargo de la localidad de Pablo Nogués, en la provincia de Buenos Aires, donde se incautó cocaína y marihuana que tenía por destino final la localidad de Caleta Olivia.

A partir de ese hallazgo, la jueza ordenó efectuar los 21 allanamientos simultáneos. Los mismos se realizaron en: dos fincas de Julio Migno y pasaje Gollán de la localidad santafesina de Recreo; un motel ubicado sobre la ruta provincial 2 de la misma población; un local bailable ubicado sobre el kilómetro 479.5 de la ruta provincial 1 de la ciudad de Recreo Sur; Los Alisos al 1700 de Sauce Viejo; Larguía al 7700, una distribuidora de alimentos de Blas Parera al 7200, Regimiento 12 y Estrada, pasaje Sedlaceck al 6200, Beck Bernard al 9500, Estanislao Zeballos entre Chiclana y Servando Bayo, J.J. Valle al 4600 y Huergo al 800 todos en la ciudad de Santa Fe; en un resto pub de avenida San Martin al 1100, Juan Domingo Perón al 1200 y Barrio 112 Viviendas, todos en la localidad de Perito Moreno (Santa Cruz); San Martín y Alameda, Rickembrer entre Calafate e Hipólito Irigoyen, un resto bar de avenida 11 de Julio al 800, Ingeniero Pallavecini entre Patagonia Argentina y Fitz Roy, todo en la población santacruceña de Los Antiguos; y en un hotel de Enrique Carbó al 100 de la ciudad de Paraná (Entre Ríos).

En total fueron apresadas 13 personas involucradas en la organización criminal. Además, en los procedimientos que estuvieron a cargo de la División Unidad Operativa Federal Caleta Olivia y de Puerto Madryn, se incautaron 6 kilos de cocaína, pasta base, un sinnúmero de cogollos de marihuana, seis autos, dos motos, dos armas de fuego, una gran cantidad de dinero en efectivo (alrededor de 12 mil dólares y 500 mil pesos), 47 teléfonos celulares, notebooks, pen drives, dispositivos de almacenamiento informático externo, elementos destinados al estiramiento, fraccionamiento y comercialización de distintas drogas y documentación relevante para la causa judicial como comprobantes de transferencias bancarias por importantes sumas de dinero.

Si bien no se revelaron las identidades de los demás detenidos, el periódico La Opinión Austral develó que los nexos del ingeniero en Santa Cruz eran personas ligadas a la actividad minera con propiedades y comercios en diversos puntos de la provincia sureña que recibían los envíos en forma quincenal.

Fuentes de la investigación dijeron que “el armado y seguimiento de este operativo estuvo enmarcado en las prácticas de investigación que la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, y las autoridades de la Policía Federal Argentina vienen promoviendo como parte de la profesionalización del trabajo preventivo contra delitos complejos y federales como es el narcotráfico”. En ese sentido, sostuvieron que “desde 2020 la ministra ha redoblado los esfuerzos del trabajo de la PFA en materia de investigación criminal, lo que redunda en la neutralización de delitos y en la desarticulación de organizaciones criminales de grandes dimensiones y estructuras organizadas”.

A su vez, sostuvieron desde el Ministerio de Seguridad nacional, “el incremento del trabajo de articulación de la PFA con el Poder Judicial posibilita un abordaje integral de estas organizaciones delictivas, lo que conlleva que el trabajo contra el narcotráfico apunte a las jerarquías más altas de su conformación. De ese modo, las Fuerzas y el Poder Judicial impiden que las mismas se recreen reemplazando a sus eslabones más endebles”.