Cierre indefinido y salarios adeudados: el drama del Registro Automotor Nº 1

El 5 de octubre se cumplió un mes desde que el Registro de la Propiedad Automotor Nº 1 de Río Grande cerró sus puertas. Desde entonces, no hay atención al público, no hay personal, y tampoco hay respuestas oficiales sobre la continuidad del servicio.

El cierre se produjo luego de que el apoderado legal de la entonces titular del registro, Ana María Mingorance, despidiera a la totalidad del personal alegando “razones de fuerza mayor”.

Cabe destacar que, en el sistema nacional de registros automotores, los empleados no dependen del Estado ni de la DNRPA, sino directamente del titular del registro, quien actúa bajo un régimen de concesión.

Con la titular internada por un delicado estado de salud, la decisión fue ejecutada por su apoderado, dejando a los trabajadores sin vínculo laboral vigente y con sueldos e indemnizaciones aún impagas.

Pese a la urgencia de la situación, la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad Automotor (DNRPA) todavía no logró designar un interventor.

Según trascendió, el cargo habría sido ofrecido a varias personas —incluso exempleados del mismo registro—, pero todos habrían rechazado la propuesta ante la falta de personal, la baja rentabilidad y el volumen de documentación a gestionar.

Ante la falta de conducción y operatividad, en los últimos días surgió la posibilidad de que la DNRPA opte por dividir el archivo del Registro Nº 1 y distribuirlo entre los otros tres registros que funcionan en Río Grande: los números 2, 3 y 4.

De concretarse, esta medida implicaría un complejo proceso de redistribución administrativa y digital de legajos, antecedentes y documentación física, con un alto impacto sobre la organización interna de esos registros.

Hasta el momento, no existe confirmación oficial ni cronograma para avanzar en esta alternativa.

En tanto, decenas de usuarios, vecinos, gestores y concesionarias, se acercan diariamente al local del Registro Nº 1, ubicado en Río Grande, y se encuentran con las puertas cerradas.

Los trámites de transferencias, inscripciones, certificaciones y otros servicios básicos permanecen suspendidos por tiempo indefinido, sin vías alternativas para quienes tenían expedientes en curso.

La falta de información pública y canales oficiales para redirigir las gestiones ha generado malestar e incertidumbre en toda la comunidad.

Con la extitular del registro imposibilitada de actuar, sin interventor designado, y con empleados despedidos y sin cobrar, el Registro Automotor Nº 1 atraviesa una crisis institucional sin precedentes en Río Grande.

Las alternativas que evalúa la DNRPA, entre ellas, la designación de un interventor o la redistribución del archivo, siguen sin definirse, mientras la comunidad espera la restitución urgente de un servicio clave para la vida administrativa, económica y comercial de la ciudad.