“Recibimos unas cinco denuncias por violencia de género por día”

En el marco del décimo aniversario del movimiento Ni Una Menos, la comisaria Luciana Aguirre, titular de la Comisaría de Género y Familia de Río Grande, dialogó con Radio Provincia sobre el funcionamiento del área, las estadísticas actuales y el abordaje de los distintos tipos de violencia.

“Nosotros en la comisaría abordamos varios temas, una es la violencia de género. Ello lo hacemos a través de la Ley 1022, que es a nivel provincial”, explicó Aguirre. En ese proceso, detalló que primero la persona pasa por el gabinete interdisciplinario, donde es atendida y orientada por psicólogos, abogados y asistentes en minoría y familia. Luego, se recepciona la denuncia formal.

Consultada sobre los tiempos del procedimiento, aclaró: “Todo depende de la persona que vaya a denunciar. Hay personas que tardan un tiempo en el gabinete, se desahogan, son escuchadas y pueden tardar, no sé, una hora contando sus problemas, y después se les recepciona la denuncia”.

Respecto a los delitos contra la integridad sexual, Aguirre precisó que también se atienden en la misma dependencia: “También abordamos ese tipo de delito en forma conjunta con el gabinete, para no revictimizar a la persona”.
La comisaría, que ya lleva 13 años de funcionamiento, fue adaptando su nombre y su forma de trabajo según las necesidades sociales. “Primero fue Minoría y Familia, que se trabajaba más con el menor y la familia. Hace 13 años ya cambió para Comisaría de Género y Familia, y se implementó también lo que es la Ley 1022”, indicó. Esta ley permite una respuesta más ágil a las víctimas.

“El juzgado tiene un plazo de 48 horas para poder expedirse, pero nunca se llega a ese plazo. A veces se expide en horas, dependiendo de la situación”.

En cuanto a las estadísticas, Aguirre fue clara: “Podemos decir que tenemos cinco denuncias de violencia de género por día”.
Aunque reconoció que ese número varía según las fechas del año: “Recibimos más denuncias en festividades: Año Nuevo, Navidad, Día de la Madre, del Padre”.

Sobre la tendencia de los casos, afirmó: “Disminuyendo no, yo creo que se mantiene. A veces hay una creciente, después disminuye, pero es como que se mantiene en el mismo ritmo”.

En relación al trabajo con el Poder Judicial, destacó: “Con el juzgado estamos en diálogo continuo. A medida que se va recepcionando la denuncia, se va enviando al juzgado. La persona se va de la dependencia y nosotros inmediatamente estamos enviando esa denuncia”.

También se refirió al uso de dispositivos duales (tobilleras electrónicas): “Nosotros gestionamos la colocación. Hacemos las notificaciones y después se articula con la división Comunicaciones, que es la que monitorea”. Actualmente, hay “alrededor de 40 personas” con este sistema en la ciudad.

Sobre las órdenes de no acercamiento, comentó que generalmente se cumplen, aunque hay excepciones: “Por eso siempre le decimos a las partes que cuando vean que se acerca la otra parte deben rápidamente dar aviso al 101. Si está el agresor en el momento, se va a proceder a la aprehensión”.

Aguirre también hizo una distinción importante entre violencia de género y violencia intrafamiliar, aunque admitió que socialmente no siempre se comprende la diferencia: “La gente no entiende la diferencia, pero es como que sufren violencia en sí. Sea hombre o mujer, sufren la violencia, entonces se le da el mismo tratamiento”.

Finalmente, explicó que no es necesario realizar denuncias separadas ante situaciones que involucren tanto violencia de género como hechos penales:“Cuando recepcionamos una denuncia por la 1022 y hay golpes o amenazas, mandamos ese mismo sumario al juzgado de instrucción y al de familia. No es que la persona deba hacer otra denuncia. Se manda a los dos lados”.