La italiana Alessia Pifferi fue condenada este lunes a cadena perpetua por haber dejado morir de hambre en 2022 a su hija Diana, de tan solo un año y medio de vida. El fallo fue emitido por un tribunal penal de Milán, en el norte del país.

El juez Ilio Mannucci Pacini anunció la primera sentencia de un caso que conmocionó a la opinión pública italiana. De esa manera, acogió la petición de cadena perpetua formulada por la Fiscalía.

Pifferi estaba acusada de homicidio voluntario agravado por la muerte de su hija de 18 meses, a la que dejó sola en su casa de la periferia de Milán desde el 14 al 20 de julio del 2022 para ir a la casa de su pareja en la provincia de Bérgamo, en el nordeste de Italia.

La autopsia certificó que la pequeña había fallecido por deshidratación, informó EFE.

Qué dijo la mujer condenada por dejar morir a su hija de hambre

La abogada de la mujer, Alessia Pontenani, había reclamado su absolución alegando que la acusada no pretendía matar a su hija y pidió juzgarla solo por el delito de abandono de menor. Entonces, achacó sus acciones a la “vida terrible” y “la desatención” que padeció su defendida.

Durante el proceso, la madre reconoció que había dejado sola en casa a la pequeña en otras ocasiones, incluso fines de semana completos.

“Sentimos un dolor atroz. Se ha olvidado de ejercer de madre. Debe pagar por lo que ha hecho... si al menos se hubiera arrepentido o pedido perdón... pero no lo ha hecho”, lamentó la madre de la condenada, María, al conocer la sentencia.

Asimismo, la defensa presentó una serie de informes psiquiátricos realizados a la madre en la penitenciaria de San Vittore de Milán que atestiguaban un cociente intelectual “muy bajo”, de 40 puntos, lo que la impediría “percatarse del sufrimiento y de las consecuencias de sus propias acciones”.

Sin embargo, el tribunal la sometió a otra serie de pericias. Si bien las pruebas confirmaron un “complicado cuadro psiquiátrico” de la acusada, no detectaron “incapacidades de entendimiento” en ella, por lo los peritos consideraron que era consciente de las consecuencias de dejar a su hija sola.

Por otro lado, la Fiscalía aseguró haber encontrado en el cuerpo de la niña trazas de sedativos, aunque las pesquisas finalmente rechazaron esa posibilidad. Los fiscales abrieron una investigación paralela contra la abogada de la condenada y las psicólogas de la cárcel para esclarecer si manipularon sus exámenes psiquiátricos.