Florencia Guiñazú, futbolista de Argentino de Mendoza de 30 años, fue brutalmente asesinada a golpes en un complejo de departamentos de Guaymallén, en la capital provincial, en otro femicidio que golpea a la Argentina.

La principal hipótesis que manejan los investigadores que tomaron intervención en la causa, es que su pareja, Ignacio Agustín Noto, de 32 años, la mató y luego se suicidó. No descartan que uno de sus dos hijos haya sido testigo del crimen dado que, antes de quitarse la vida, el hombre pegó un cartel en una de las ventanas que decía "llamen al 911 que los niños están solos".

Gracias a eso, un vecino llamó a las autoridades, quienes al llegar al lugar encontraron, además de la dantesca escena, a uno de los menores de edad.

Noto había sido denunciado por violencia de género el año pasado. Como consecuencia, el hombre estuvo detenido durante cinco meses. Durante la noche del asesinato, los vecinos escucharon golpes y ruidos, pero nadie llamó a la Policía.