“Me fui porque tuve miedo”: habló el conductor que se retiró tras el siniestro fatal en Ushuaia

La investigación por la muerte del motociclista Juan Manuel Orlando Gramajo avanza con nuevos testimonios, pericias e imágenes que reconstruyen el siniestro ocurrido en la zona costera de Ushuaia.

POLICIALES22/12/202519640 Noticias19640 Noticias
Motociclista fallecido

La causa judicial que investiga la muerte del motociclista Juan Manuel Orlando Gramajo, de 23 años, ocurrida en la zona costera de Ushuaia, incorporó en las últimas horas nuevos elementos clave que permitieron reconstruir la mecánica del hecho y conocer el motivo por el cual el conductor del vehículo involucrado abandonó el lugar sin brindar asistencia.

El episodio se registró durante la madrugada del domingo 14 de diciembre, en la intersección de Prefectura Naval Argentina y Don Bosco. En un primer momento, la hipótesis apuntaba a una caída accidental de la motocicleta producto del pavimento resbaladizo por las lluvias. Sin embargo, el avance de la investigación descartó esa versión inicial tras el aporte de testigos presenciales, pericias técnicas y registros fílmicos.

Las imágenes de cámaras de seguridad incorporadas a la causa muestran la participación de un Ford Ka rojo, ocupado por dos jóvenes de 25 años. En el registro se observa el momento en que la motocicleta impacta contra el automóvil, provocando que el conductor salga despedido y golpee violentamente contra un cartel de señalización. A pesar de llevar casco, el joven sufrió lesiones de extrema gravedad que habrían provocado su fallecimiento en el acto. El vehículo permaneció detenido brevemente en el lugar, pero luego se retiró sin que sus ocupantes descendieran a auxiliar a la víctima.

De acuerdo a la declaración de un testigo, la motocicleta circulaba a alta velocidad y de manera zigzagueante por la avenida costera. Al llegar a la intersección con Don Bosco, se habría colocado a la par del Ford Ka, que avanzaba a baja velocidad. Un roce lateral entre ambos vehículos habría generado la pérdida de control del rodado menor y la posterior caída fatal.

Con estos elementos, la Justicia ordenó una serie de allanamientos el martes 16 de diciembre, que permitieron localizar y secuestrar el automóvil. El rodado presentaba daños en la carrocería y la rotura del espejo retrovisor izquierdo, compatibles con el contacto con la motocicleta. A la investigación se sumó además el testimonio de un amigo del conductor, quien se presentó de forma espontánea y declaró haber recibido un llamado telefónico horas después del hecho, en el que el joven, visiblemente alterado, le dijo: “Me mandé una cagada”, reconociendo su participación en un hecho donde una persona había resultado gravemente afectada.

Finalmente, tanto el conductor del Ford Ka como la joven que lo acompañaba fueron notificados de sus derechos y garantías en el marco de la causa que instruye el Juzgado de Instrucción Nº 3, a cargo del juez Federico Vidal. Ambos se encuentran imputados, en principio, por el delito de abandono de persona. Según trascendió, el conductor explicó ante los investigadores su accionar con una frase contundente: “Me fui porque tuve miedo”. La Justicia continúa analizando las pruebas reunidas y no descarta avanzar también con una imputación por homicidio culposo.

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