ASIMRA advirtió por “sospechas de corrupción” y exigió frenar la apertura arancelaria

El Secretario General de ASIMRA, Javier Escobar, cuestionó el silencio político en torno a las denuncias de corrupción que involucran a los funcionarios nacionales que impulsaron los decretos de apertura arancelaria. En diálogo con FM La Isla, recordó que la indagatoria de Ornella Calvete “refuerza más” la necesidad de suspender preventivamente las medidas que impactan en la industria fueguina.

Escobar explicó que la nota presentada ante la Comisión del Área Aduanera Especial tiene carácter “más de exigencia que de pedido” porque “se siente un silencio colectivo en el arco político cuando en las campañas hablan todo de industria”. Según dijo, los decretos firmados por funcionarios hoy investigados “benefician a otros empresarios con importación” y podrían derivar en pérdida de puestos de trabajo.

El dirigente cuestionó la postura de la Provincia al indicar que el Ministerio de Industria pidió presentar el documento por mesa de entradas en Río Grande. “Es una ironía, no están entendiendo el proceso”, afirmó, y advirtió que “capaz que ya no están en el Ministerio de Industria si seguimos así”.

Consultado por la reacción de los representantes nacionales, Escobar sostuvo que “Nación se excluye y dicen que es totalmente distinto por lo que se los acusa”, pero señaló que los cambios en el proceso productivo de la telefonía celular “me generan muchísimas dudas”. Agregó que “todo lo que venga más ensamblado son pérdidas de puestos de trabajo” y que la falta de respuestas “me genera sospecha y complicidad”.

Respecto del rol del gremio, adelantó que insistirán con la suspensión preventiva de los decretos: “Vamos a exigir, no tan solo pedir”, afirmó. También remarcó que “si nadie va a reaccionar y están involucrados directamente, me genera sospecha y complicidad”, apuntando a sectores políticos, empresariales y sindicales de la provincia.

Sobre la movilización convocada por la CGT, dijo que ASIMRA acompañará: “Somos respetuosos de las decisiones que se toman”, expresó. No obstante, aclaró que la preocupación central del gremio es el impacto de los cambios productivos: “Los teléfonos no van a bajar; es una campaña de marketing de mentiras”, aseguró, y concluyó que las medidas del Gobierno nacional “están destruyendo la industria de Tierra del Fuego”.