Peter Lanzani recordó su insólita detención en Ushuaia: "Nos esposaron de atrás y nos reímos"

El actor relató con humor cómo terminó en una comisaría fueguina por pintar un graffiti durante la madrugada, episodio que calificó como “insólito” y que desató carcajadas en un programa de streaming.

PAÍS15/08/202519640 Noticias19640 Noticias
peter lanzani

Durante una entrevista en el programa “Nadie dice nada” de Luzu TV, Peter Lanzani revivió entre risas el episodio que protagonizó en marzo en Ushuaia, cuando fue detenido por la Policía por realizar un graffiti en pleno centro. El recorte de la charla, junto a los conductores Nico Occhiato y Flor Jazmín Peña, se viralizó rápidamente en redes sociales.

“Estaba dirigiendo un documental con amigos que se llama No me baño, y nos pasó de todo porque después hasta nos robaron el material. Pero en Ushuaia nos mandaron ‘a la cucha’ una noche. Estábamos haciendo cosas que claramente no se pueden hacer, pintar un graffiti en un chapón abandonado de un edificio… me engancharon graffiteando a las 12 y media de la noche con la crew, y nos agarraron”, relató.

El actor contó que al lugar llegaron alrededor de 12 policías y que lo reconocieron enseguida. Intentó ofrecerse a repintar el chapón para evitar la detención, pero no aceptaron.

“Me disculpé porque sabía que estaba mal lo que estábamos haciendo. Pero no, nos empezaron a revisar y no teníamos nada. Solo puchos. No habíamos ni tomado birra durante la cena… incluso nos bajaron del patrullero porque nos estábamos riendo, y nos esposaron de atrás. Pero nos empezamos a reír más”, recordó.

Lanzani ironizó con el procedimiento: “Me estaban tratando como si fuera un chorro, y aparte a ellos se les escapó un chorro esa noche. Fue como ‘boludo, se les escapó un chorro y ¿me estás esposando a mí porque estoy pintando un chapón abandonado? Dale’”.
Según contó, pasaron la noche en un calabozo sin miedo ni tensión. Durmieron en colchones precarios y a la mañana recibieron un desayuno improvisado.

“Dormíamos ahí en un colchón medio cutre, uno para cada uno. Nos despertaron a la mañana… después nos pusimos a hablar con los policías, sobre cuánto ganaba cada uno y demás. Salimos y tenía más mensajes que cuando cumplí años. Me explotaba el teléfono. Pero me vendieron los mismos canas”, concluyó entre risas.

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