Horacio Chávez: “La mejor medalla es el cariño del pueblo”

El veterano de Malvinas Héctor Horacio Chávez se refirió públicamente al pedido para ser reconocido como “Soldado Honorable de la Patria”, una propuesta ciudadana impulsada por Juan Enrique Fernández. En una entrevista radial, Chávez agradeció el respaldo popular y repasó su historia de vida, marcada por el compromiso social, la humildad y la lucha por la memoria colectiva.

El excombatiente fueguino Horacio Chávez, condecorado por la Presidencia de la Nación en 2015, respondió con emoción y humildad al reciente pedido presentado por el ciudadano Juan Enrique Fernández, quien propuso distinguirlo con el título de “Soldado Honorable de la Patria”.

En diálogo con FM Del Pueblo, Chávez agradeció el acompañamiento de la comunidad y remarcó que, más allá de cualquier reconocimiento formal, lo que verdaderamente valora es el cariño de la gente "nosotros le debemos mucho a nuestra gente”, expresó, reafirmando su compromiso con la causa Malvinas como un acto diario.

En esa línea, Chávez repasó sus orígenes en una familia numerosa y humilde, destacando los valores que lo formaron: la solidaridad, el respeto y la empatía "mis abuelos y padres me enseñaron a ponerme siempre en el lugar del otro. Esa es la base de todo lo que hice y sigo haciendo”, recordó.

El veterano es una figura habitual en las vigilias del 2 de abril en Río Grande y participa activamente en actos sociales, culturales y deportivos. En ese marco, mencionó su reciente acompañamiento a un grupo de chicos de bajos recursos llegados desde Buenos Aires a competir en futsal "lo mínimo que podemos hacer es alentarlos y darles un abrazo”, dijo.

Consciente del valor simbólico de la distinción propuesta, Chávez expresó que, si se concreta, espera que sea un reconocimiento compartido con toda la comunidad, especialmente con los sectores populares "para mí, la mejor medalla es el respeto del pueblo, y sobre todo del pobrerío, que es de donde vengo”, afirmó.

Por último, Horacio Chávez reafirmó que no se considera un excombatiente, sino “un combatiente permanente”, porque su lucha continúa en el terreno de lo cotidiano: la memoria, la justicia social y el compromiso incondicional con el pueblo.