El SMN Advierte sobre una Primavera con menos Lluvias y más Calor

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera que la primavera de 2024 se caracterice por condiciones más secas y calurosas de lo habitual en diversas regiones del país, aunque en Tierra del Fuego los valores se mantendrán cerca de los promedios históricos, pero con una disminución en las precipitaciones.

País02/09/202419640 Noticias19640 Noticias
Día de la Primavera

El 1 de septiembre marcó el inicio oficial de la primavera meteorológica, una estación que este año se presenta con características climáticas algo atípicas en gran parte del territorio argentino. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera que la primavera de 2024 se caracterice por condiciones más secas y calurosas de lo habitual en diversas regiones del país, aunque en Tierra del Fuego los valores se mantendrán cerca de los promedios históricos, pero con una disminución en las precipitaciones.

El informe trimestral del SMN para los meses de septiembre, octubre y noviembre indica que el fenómeno ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), que abarca tanto El Niño como La Niña, se mantendrá en condiciones neutras. Esto significa que, aunque no se espera la influencia dominante de estos fenómenos, los patrones climáticos a menor escala podrían causar variaciones significativas y localizadas. Sin embargo, a nivel general, no se anticipan extremos climáticos vinculados a ENOS, lo que deja abierta la posibilidad de que otros factores meteorológicos influyan en el desarrollo del clima durante la primavera.

Cindy Fernández, vocera del SMN, explicó en una entrevista con Infobae que el pronóstico para el centro y norte de Argentina indica un predominio de temperaturas superiores a las normales y una reducción en las precipitaciones. “Es probable que veamos un mayor dominio de altas presiones en el norte, lo que favorecerá días con menos nubosidad, vientos provenientes del norte y un ambiente más seco”, detalló Fernández.

Este panorama climático se alinea con lo observado durante el invierno, donde fenómenos inusuales, como el récord de frío en mayo, marcaron la temporada. Para la primavera, se anticipa que las temperaturas estarán por encima de lo normal en 18 provincias, incluyendo Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, San Juan, San Luis, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. En estas regiones, el calor podría alcanzar niveles extremos, especialmente en áreas del Noroeste donde ya se registran altas temperaturas en esta época del año.

En la Patagonia, el informe del SMN prevé una mayor variabilidad. Mientras que el oeste de la región podría experimentar temperaturas normales o superiores a lo habitual, el este y sur probablemente se mantendrán dentro de parámetros más cercanos a los valores históricos. En provincias como Neuquén, el oeste de Río Negro, Chubut y el noroeste de Santa Cruz, las temperaturas podrían estar por encima de la media, aunque esta tendencia es menos marcada.

A pesar de que estas proyecciones sugieren una cierta estabilidad en las temperaturas, no necesariamente representan un alivio, ya que la amplitud térmica —la diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas— podría ser mayor que la habitual en el centro y noreste del país. Esto incrementaría el estrés térmico, afectando tanto a las personas como a la flora y fauna de estas regiones.

El informe también advierte sobre una disminución en las precipitaciones en gran parte del país. Regiones como el norte del Litoral, el NOA, Buenos Aires, La Pampa y Patagonia podrían registrar niveles de lluvia por debajo de lo normal. Este escenario podría agravar la situación en áreas que ya están lidiando con la sequía, especialmente en zonas agrícolas y ganaderas.

Para regiones clave como el norte de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Cuyo, se anticipa una primavera con lluvias escasas, lo que podría tener un impacto significativo en la producción agrícola y en la disponibilidad de agua para riego y consumo. En el extremo oeste del NOA, la falta de precipitaciones acentúa aún más el riesgo de sequía, un problema recurrente en una región que ya enfrenta desafíos relacionados con la disponibilidad de agua.

Aunque el informe trimestral del SMN proporciona una visión general útil para la planificación y preparación, también subraya la importancia de adaptarse a un entorno donde los patrones climáticos tradicionales están cambiando. Las condiciones de sequía y calor que se esperan durante este trimestre podrían ser una señal de que estos fenómenos extremos se volverán más comunes en el futuro.

El informe también resalta que, pese a las proyecciones generales, los patrones sub-estacionales y eventos climáticos de corta duración, como olas de calor o frío y bloqueos atmosféricos, podrían generar episodios de clima extremo que no pueden ser previstos con tanta antelación. Estos cambios subrayan la necesidad de mantenerse informados y preparados ante la variabilidad climática.

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