El presidente, Alberto Fernández, se refirió esta tarde a los que protestan contra las nuevas restricciones anunciadas para combatir la segunda ola de coronavirus y lanzó una advertencia a quienes aseguran que la sociedad se "rebelará". "A mí, la rebelión no", lanzó el jefe de Estado claramente molesto.

En ese sentido, el jefe de Estado aseguró que hay que ser "muy negligentes para no darse cuenta la gravedad del problema" y recordó que en enero "preocupaba" cuando había "7.000 casos de contagios diarios" y hoy se registran 27.000 por día, una cifra que "duplica el pico más alto" de la primera etapa de la pandemia.

"Nuestro compromiso ético es cuidar la salud de la gente", dijo Fernández al defender las medidas tomadas por el Gobierno nacional y puestas en vigencia hoy, en el marco de un discurso que pronunció al encabezar el acto de entrega de móviles y equipamiento a las fuerzas de seguridad y la incorporación de 1.000 gendarmes para incrementar el personal operativo.

Ya metido de lleno en ese acto, el Presidente dijo que "quien incumple con la ley carga con las consecuencias", para luego ratificar la posición del Gobierno nacional de ser "inclementes con los delinquen" porque "no hay espacio para tolerar la delincuencia, y menos en una pandemia", con "un plan mancomunado" entre Nación, provincia y municipios para que los que tengan miedo sean solo "los que delinquen".

Retomando el tema de las medidas restrictivas, reiteró que se necesitan "15 días de cumplimiento estricto del aislamiento, para ir liberando camas" para hacer frente a la segunda ola de la pandemia de coronavirus, y garantizó que el Estado estará para asistir a los sectores más afectados, desde familias hasta actividades.

En tanto a los sectores de la gastronomía -alcanzados por las medidas que comenzaron a regir hoy- el mandatario les dijo que "no duden" que la asistencia del Gobierno estará, al igual que con las familias que cobran la Asignación Universal por Hijo.