Un colombiano y su fiel compañero llegan a Ushuaia en motocarro

Desde Medellín, Antioquia, el aventurero colombiano John Jairo Rojas está protagonizando un viaje extraordinario a través de Sudamérica a bordo de un motocarro Vallas, un vehículo típico en pueblos y pequeñas ciudades de Colombia. Este singular medio de transporte está marcando un hito al convertirse en el primero en recorrer el continente en una aventura de este tipo.

El proyecto, que comenzó a gestarse hace más de dos años, tenía inicialmente como vehículo un 4x4. Sin embargo, John decidió cambiar sus aviones y optar por un motocarro para adaptarse a las necesidades de su compañero de viaje, Chocolate, su perro fiel. “Al principio quería hacer el recorrido en bicicleta, pero Chocolate no soporta bien el frío, así que el motocarro fue la mejor opción”, relata John.

Aunque poco común en grandes urbes, el motocarro es un medio de transporte ampliamente utilizado en pequeñas comunidades para trasladar personas y carga ligera, lo que lo convierte en una práctica alternativa y distintiva para esta travesía.

El viaje comenzó en Medellín con un destino ambicioso: Ushuaia, la ciudad más austral del mundo. La llegada coincide con una fecha especial para John, quien celebrará su cumpleaños este jueves 16 de enero. “Tengo doble motivo para celebrar: mi cumpleaños y haber llegado a Ushuaia”, comenta emocionado.

Con su característico buen humor, John reflexiona sobre sus 66 años de vida: “Si Dios quiere, tengo 20, porque ya me gasté 66”. Después de alcanzar Ushuaia, planea emprender el camino de regreso a Colombia, pasando por Buenos Aires, Uruguay, Brasil, Guyana y Venezuela. Su meta final es llegar hasta Alaska, en Norteamérica, completando un recorrido épico que incluye Centroamérica en el itinerario.

John invita a todos a acompañarlo virtualmente en su travesía. Sus aventuras pueden seguirse a través de Facebook en "Moteros Bici Exploradores" y en YouTube como "Choco Explorador", donde comparte más de 220 videos llenos de paisajes, anécdotas y la diversidad cultural de Sudamérica.

Este viaje no solo muestra la belleza del continente, sino que también resalta la conexión única entre un hombre, su perro y un motocarro que desafía los límites, dejando huella en cada kilómetro recorrido.