El ex convencional constituyente Dr. Jorge Rabassa compartió sus opiniones sobre la actual propuesta de reforma constitucional y la participación del Ejecutivo en este proceso.

Rabassa comenzó destacando la diferencia entre las instituciones provinciales y municipales: "En principio, no hay que perder de vista que se trata de dos instituciones diferentes, la provincia y los municipios. La provincia y los municipios pueden elaborar sus normas de forma independiente y separada unos de otros. Es decir, que ello haya sucedido para los municipios no quiere decir que automáticamente pueda suceder lo mismo para la provincia".

Sobre la participación del Ejecutivo en la reforma, expresó: "Yo creo que en nuestro caso la constitución fue muy clara al prever esas circunstancias con el fin de evitar una situación poco equilibrada entre quienes detentaban el poder real de las instituciones y otras personas que no lo eran en el ejercicio del poder institucional. Esto consagraba condiciones discriminatorias para aquellos que integraran las asambleas constituyentes, asegurando que estuvieran en las mismas condiciones".

Rabassa coincidió con la opinión del Dr. Aburgel respecto a la reforma. Resaltó un antecedente en Ushuaia: "La Carta Orgánica lo permite, y hay un antecedente con Garramuño, y también con Jorge Martín, quienes fueron reelectos porque la Constitución lo permitía. Este podría ser el fin que persigue el Ejecutivo. Si no se lo permite, es probable que ese tema no se toque".

En cuanto a la esencia de la propuesta de reforma, opinó: "Yo creo que esa es la esencia de toda esta propuesta de reforma de la Constitución Provincial, que es la reelección indefinida para quienes detentan el poder, tanto a nivel provincial como municipal. Esto cubre y distrae la atención de la comunidad sobre el verdadero objetivo de quienes impulsan esta reforma, que es alcanzar la reelección indefinida e ilimitada".

Sobre la inclusión de temas importantes en la reforma, como Malvinas y la Antártida, afirmó: "Por supuesto, es importante. Afortunadamente, los constituyentes en el año 91 expresaron que ante la necesidad de modificar uno o más artículos de la Constitución, esto podía hacerse a través de un procedimiento muy simple: la presentación del proyecto ante la legislatura, y la legislatura con una mayoría agravada podía proceder a la enmienda de uno o más artículos".

Rabassa destacó su experiencia como convencional constituyente en 1991: "Fui el convencional que más veces pidió el uso de la palabra, para defender nuestro punto de vista del bloque radical. Ahora, hay iluminados que consideran que la mitad de lo que participé en el debate y la votación son artículos irrelevantes o inservibles. Me considero agraviado porque trabajamos a conciencia, apoyados por juristas de prestigio, en forma absolutamente transparente y democrática".

Finalmente, sobre la participación del Ejecutivo en la reforma, concluyó: "Si hay que llamar a elecciones para convencionales constituyentes, es obvio que los integrantes de los otros poderes no pueden participar. Esto es tan elemental desde el punto de vista jurídico que me cuesta entender cómo es posible que se ponga en duda".

Rabassa cerró su intervención subrayando la importancia de defender el sistema democrático y enfrentar a aquellos que buscan la reelección ilimitada. Afirmó: "Mi partido me lo solicitará en cada instancia, y yo aportaré en la medida que mi opinión sea considerada de valor. Las personas que detentan cargos políticos han jurado por la constitución de 1991, la misma que ahora intentan modificar".