Alarma en Chernobyl: detectan reacciones nucleares

Los sensores registran un aumento de neutores. "No se puede descartar un accidente", advierten los científicos.

Mundo 10/05/2021

Dentro de las masas de uranio enterradas en el reactor número cuatro de la central nuclear de Chernóbil, que explotó en 1986, se han reanudado las reacciones de fisión nuclear. Así lo informó la revista Science, en una entrevista con Neil Hyatt, químico de materiales nucleares de la Universidad de Sheffield. "Es como si hubiera brasas en un asado", dijo el profesor.

Los científicos del gobierno ucraniano intentan ahora averiguar si estas reacciones desaparecerán por sí solas o si será necesaria una intervención para evitar un accidente, aunque obviamente no se habla de consecuencias comparables a las de hace 35 años. Los sensores han registrado un número creciente de neutrones, señal de una reacción de fisión nuclear, procedentes de una de las salas inaccesibles del reactor, explicó Anatolii Doroshenko, del Instituto de Problemas de Seguridad de las Centrales Nucleares de Kiev.

El sarcófago

El "sarcófago" construido alrededor del reactor un año después del accidente había permitido el paso de agua de lluvia, agua que frena los neutrones y aumenta así la probabilidad de colisión con el uranio, generando luego más reacciones en cadena a través de la fisión del núcleo de uranio. Coincidiendo con las fuertes lluvias, el contador de neutrones se disparaba, pero luego volvía a los niveles normales.

La nueva cobertura debía proteger el reactor también del agua, y así fue. Hasta que en algunos lugares, los neutrones comenzaron a crecer de nuevo, casi duplicándose en cuatro años. La hipótesis es que al secarse el interior, las colisiones entre neutrones y átomos de uranio son más fáciles. De ser así, la reacción de fisión podría acelerarse exponencialmente, liberando energía nuclear de forma incontrolada.

"No se puede descartar un accidente"

"Hay muchas incertidumbres, pero no podemos descartar la posibilidad de un accidente", añadió su colega en el Instituto, Maxim Saveliev, señalando que "el recuento de neutrones aumenta lentamente". Cuando el núcleo del reactor se fundió en 1986, las barras de uranio utilizadas como combustible, su revestimiento de circonio, las barras de grafito y la arena se derramaron, como lava. Cayeron en el sótano de la entrada del reactor donde se petrificaron en lo que se llama Fcm (Fuel containing material) en el que se encuentran 170 toneladas de uranio irradiado.

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