Preocupación por el avance de las apuestas online entre adolescentes: un informe nacional expone riesgos y brechas de control

Se trata de un estudio federal realizado en 231 escuelas de 16 provincias que muestra los vínculos directos entre las plataformas digitales de juego y la salud mental de miles de jóvenes en Argentina.

PAÍS03/12/202519640 Noticias19640 Noticias
Apuestas online

La expansión acelerada del entorno digital en Argentina dejó al descubierto una problemática que se profundiza entre estudiantes de nivel secundario: la inserción de las apuestas online en sus rutinas cotidianas. Así lo revelan informes elaborados por la Coordinación Nacional de Juventud y el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, con el respaldo del Fondo de la Emperatriz Shôken, que advierten la presencia creciente de menores en plataformas de juego que operan sin distinción entre circuitos legales e ilegales.

El relevamiento alcanzó a 11.421 estudiantes de 231 escuelas de 16 provincias, y permitió dimensionar el alcance del fenómeno: seis de cada diez adolescentes mantienen algún tipo de contacto con las apuestas online, ya sea por participación directa (16%) o por cercanía con personas que juegan (45%). La incidencia, según el estudio, atraviesa tanto a centros urbanos como a regiones menos pobladas.

En este contexto, el director del Observatorio Humanitario, José Scioli, remarcó: “Los datos que arroja la investigación muestran claramente el riesgo al que están expuestos niños y niñas de 13 a 18 años. El uso de billeteras digitales y publicidad permanente son las principales puertas de ingreso a las apuestas online, sin distinguir plataformas legales a ilegales. El 75% de los y las adolescentes que entrevistamos pide controles más estrictos sobre plataformas”.

Influencias sociales y familiares
El círculo de pares se consolida como el principal factor de entrada: el 57% de quienes apuestan lo hace incentivado por amigos. Incluso entre quienes nunca participaron, el 78% conoció el mundo del juego digital a través de allegados.

La dinámica familiar también muestra señales de naturalización del hábito: 4 de cada 10 adolescentes que apuestan conviven con adultos que realizan la misma práctica.

Entre quienes participaron, el 79% reconoce la posibilidad de desarrollar adicción; el 12% afirmó haberse endeudado. El impacto emocional es significativo: 69% reportó ansiedad o malestar, y entre 47% y 49% mencionó alteraciones del sueño o disminución del rendimiento escolar.

Inicios tempranos y brecha de género
La investigación detectó que la edad de acceso suele ubicarse entre los 13 y 14 años, y aumenta la frecuencia entre los 17 y 18. También se registró una fuerte diferencia por género: 24% de los varones admitió haber apostado, frente a 8% de las mujeres.

En cuanto a la influencia digital, la exposición a contenido publicitario —incluso sin participar— alcanza niveles del 71% al 79%, lo que evidencia la penetración de las estrategias de marketing.

El uso de billeteras virtuales como medio de pago es casi total entre los jugadores (83%), y 43% aseguró haber necesitado intermediarios para cargar dinero o concretar apuestas.

Falta de información y fallas en los controles
Uno de los datos más preocupantes es la confusión respecto de la legalidad de las plataformas: entre 51% y 66% de los encuestados no pudo diferenciar sitios habilitados de aquellos que operan en la ilegalidad.

Asimismo, el 80% considera que los mecanismos actuales para impedir el acceso de menores son ineficientes. Y cuatro de cada diez estudiantes reclaman campañas educativas o capacitaciones dentro del ámbito escolar.

Impacto territorial, motivaciones y riesgos
La región metropolitana muestra los índices más elevados de participación, aunque el fenómeno es transversal en todas las provincias analizadas. Las motivaciones varían según la edad: entre los más jóvenes predominan la curiosidad y el deseo de pertenencia; en los mayores pesa más la expectativa de obtener ganancias económicas.

Los varones reportan mayor frecuencia y participación en circuitos informales, mientras que las adolescentes mencionan más afectaciones emocionales, como presiones o ansiedad.

A la vez, el entorno digital se confirma como un actor clave: influencers, transmisiones deportivas, bonos de bienvenida y algoritmos de recomendación forman parte de las principales vías que sostienen el interés y la permanencia en estas plataformas.

Un desafío que excede a las aulas
El estudio revela que entre 79% y 87% de los adolescentes afirma que casi no se discute el tema ni en la escuela ni en el hogar, lo que contribuye a naturalizar la presencia del juego digital entre sus grupos de referencia.

La falta de debate y los silencios en torno a la práctica se combinan con su presencia cotidiana en redes, chats y actividades de ocio, lo que dificulta la detección temprana de comportamientos problemáticos.

Recomendaciones y estrategias
El informe propone una serie de medidas para enfrentar la expansión del juego entre menores:

  • Reforzar controles en plataformas y billeteras digitales.
  • Impulsar bloqueos coordinados a sitios ilegales.
  • Regular la publicidad digital y establecer códigos éticos para influencers y deportistas.
  • Incorporar educación digital y financiera en las escuelas.
  • Diseñar campañas preventivas en lenguaje accesible y junto a adolescentes.
  • Promover espacios de diálogo en las familias y acompañamiento comunitario.


La Cruz Roja subraya la necesidad de comprender el fenómeno como parte de un ecosistema más amplio, donde convergen variables económicas, tecnológicas y sociales. La meta, aseguran, es desarrollar estrategias que permitan proteger derechos, prevenir daños económicos y cuidar la salud mental de las y los adolescentes frente a un fenómeno que se expande sin freno.

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