La construcción fueguina enfrenta su peor parate: obras frenadas y empresas al límite

En diálogo con Radio Provincia, el presidente de la Cámara de la Construcción de Tierra del Fuego, Daniel Noval, describió un escenario “complejo y preocupante” para el sector, marcado por la falta de obra pública, la ralentización de proyectos habitacionales y la reconversión forzada de empresas para evitar cierres y despidos.

Consultado sobre cómo inicia la temporada de construcción en la provincia, Noval afirmó que el panorama “es muy parecido al de meses anteriores, en Ushuaia, la obra privada mantiene cierto movimiento, aunque lejos del ritmo de uno o dos años atrás”. Sin embargo, fue tajante al remarcar que “el municipio sigue entregando permisos y eso permite que haya trabajo, pero la obra privada no puede absorber lo que no hace la obra pública”.

En cuanto a Río Grande, señaló que la situación es “distinta y el movimiento es aún menor”. A esto sumó el problema de los terrenos sin servicios en Ushuaia, indicando que “la necesidad de vivienda lleva a la gente a construir igual, pero no es lo que corresponde, no es la forma adecuada”.

Sobre las viviendas en ejecución del IPV, explicó que “estas obras siguen en marcha a un ritmo muy lento, solventadas únicamente con fondos propios del IPV provenientes del FONAVI, lo que resulta claramente insuficiente”. Adelantó que “no habrá nuevas licitaciones de viviendas al menos durante los próximos dos años, debido a la ausencia total de fondos nacionales para este fin”, y reiteró “viviendas nuevas no va a haber, por lo menos por el período que viene, el panorama nacional es claro y no se ven señales de reactivación”.

Respecto a los plazos, advirtió que “las empezamos en 2022 y vamos a terminar en 2027. Es muchísimo tiempo, sobre todo hablando de viviendas, que son tan necesarias”. Explicó que el objetivo es continuar a media máquina para evitar paralizaciones totales.

Sobre los centros de formación profesional en las tres ciudades, confirmó que “estas obras, financiadas con fondos nacionales y paralizadas tiempo atrás, lograron reactivarse administrativamente”. Pero aclaró que “falta el anticipo financiero, que aún no se ha liberado y las empresas están esperando para cargar el anticipo. Tiene que ser lo más rápido posible, porque sabemos que a partir del otoño el trabajo merma y después se frenan los avances”.

Consultado sobre obras de mayor envergadura, indicó que “la documentación está avanzada y los fondos comprometidos”, y añadió que en el caso de la Caja de Previsión, “son alrededor de 6.200 millones de pesos y no están en riesgo”.

En cuanto al financiamiento, recordó que “hubo un proceso de renegociación en 2022”. Aclaró que “las obras actualmente están actualizadas en valores, pero falta el flujo de inversión necesario para acelerarlas”. Reiteró que “el problema no es tanto el precio de la obra, sino que no hay un flujo de fondos que permita avanzar; entonces, tiempos que eran de un año y medio terminan siendo de cuatro o cinco años”.

Noval describió también el esfuerzo de las empresas del sector “hoy son 21 las empresas asociadas”, aunque muchas están en situación crítica. Varias recurrieron a cambios de estrategia “muchos colegas empezaron a hacer obras propias para ocupar la mano de obra que tienen y generar algún ingreso”. Otras compañías “frenaron su producción y se enfocaron en otras actividades comerciales”.

Sobre el empleo, remarcó que “mantienen conversaciones con el secretario de la UOCRA, Julio Ramírez”, y reconoció la pérdida de personal capacitado. “Muchos vienen, recorren, ven que las obras privadas ya tienen el personal ocupado y se vuelven. Tierra del Fuego siempre fue una provincia con mucha obra pública, y hoy el panorama es totalmente distinto”, lamentó.

Finalmente, Noval describió alternativas para sostener proyectos: “el IPV está en conversaciones con empresas y bancos para explorar alternativas”, como entregar viviendas en obra a familias que pueden pagar cuotas. “Hay herramientas legales para ajustar cuotas y adecuarlas a la realidad financiera. El IPV tiene experiencia en esto, pero falta financiamiento, una cosa lleva a la otra”, explicó.

Por último, el dirigente señaló que “la provincia necesita obra pública y la falta de inversiones nacionales está dejando consecuencias profundas en el sector”, y adelantó que “el 2026 será un año muy similar al actual”. Aun así, aseguró “aunque el panorama es muy complejo, seguimos apostando a terminar las obras en marcha, somos empresas radicadas en la provincia, hace más de 40 años trabajamos acá y vamos a seguir haciéndolo”.