Crimen de Agustina Varela: “No puede ser que llevemos toda esta cantidad de años sin tener una resolución” expresó Francisco Ibarra

El 5 de agosto de 2006, Agustina Varela, una niña de tres años, fue asesinada. Desde entonces, su familia busca justicia en una causa marcada por dilaciones judiciales, fallos contradictorios y una condena que, a casi dos décadas del hecho, aún no se ejecuta.

Lucas Gómez, padrastro de la niña, fue señalado desde un principio como principal sospechoso. Sin embargo, tras dos juicios en los que resultó absuelto, el Superior Tribunal de Justicia revocó esas decisiones en 2017 y lo condenó como autor del homicidio, ordenando al tribunal inferior fijar la pena. En junio de ese mismo año se le impusieron 15 años de prisión. A pesar de ello, Gómez continúa en libertad y sin restricciones judiciales.

En diálogo con Radio Provincia, el abogado de la familia, Francisco Ibarra, manifestó su preocupación: “Es increíble, nos deja sumamente preocupados. La justicia que es lenta no es justicia”. Señaló que, si bien el expediente atravesó numerosas instancias, “en condiciones de resolución se encuentra desde el 2020. Agotado todo el trámite procesal previo al dictado de sentencia desde el año 2022”.

El letrado explicó que el obstáculo actual es la conformación de un nuevo tribunal, ya que “los cinco jueces que forman el Superior Tribunal ya han tenido participación” en distintas etapas de la causa. Por lo tanto, “se debe acudir a la ley de subrogancia para integrar este tribunal y una vez integrado, entonces sí tratar este recurso de casación”.

Ibarra remarcó que lo que se exige es una definición. “Necesitamos que esto se resuelva. Tanto el derecho de la víctima como el del imputado están amparados por la Constitución. Pero no puede ser que llevemos toda esta cantidad de años sin tener una resolución”, subrayó.

El abogado representa a la familia desde 2007 y reconoce que la madre de Agustina continúa esperando una respuesta de la Justicia: “Siempre es la misma respuesta: todavía no, todavía no. Ya es hora de que pueda decir que esto ya está resuelto”.

Mientras tanto, Lucas Gómez permanece libre. No hay constancia oficial sobre su paradero ni se le impusieron medidas de restricción. “Tenemos entendido que sí se encuentra, pero no tiene ninguna clase de restricción. Eso genera esta desesperación”, advirtió Ibarra.

A 19 años del crimen, la causa aún espera una sentencia firme y ejecutable. La familia de Agustina, en tanto, sigue esperando que la justicia deje de ser una promesa postergada.