“Elijo dejarme las canas”: cada vez más mujeres abandonan la tintura y apuestan por el pelo natural

Detrás de cada raíz blanca visible hay una historia personal atravesada por mandatos, prejuicios y miradas ajenas. En un contexto de transformación, algunas de las que se animaron contaron cómo ese proceso resultó ser algo más que un cambio de look.

PAÍS20/07/202519640 Noticias19640 Noticias
mujeres canas

Hay una edad en la que se espera que una mujer empiece a “esconderse”: que se borre las líneas de la cara, que se vista de una manera particular y que se cubra las raíces blancas que comienzan a asomarse. Porque mostrarse tal cual es -con las huellas del paso del tiempo- aún sigue siendo un acto incómodo para el resto de la sociedad.

 Las canas, más que un color, cargan con décadas de prejuicios externos, pero también propios. Y las mujeres que eligen dejarlas a la vista desafían mucho más que una estética.

 “Las canas empezaron a aparecer a los 23 y me teñí hasta los 52. Cuando aparecieron las primeras me quería morir”, contó Marcela, que hoy tiene 57 años. “Estaba muy pendiente de taparme las canas. Si me iba de vacaciones me teñía la noche anterior. Si tenía una fiesta, me lo hacía ese día a la mañana. Todo el tiempo las canas mandaban en mi vida hasta que me cansé”, sostuvo.

 Esta decisión, que en otra época era algo inusual, es algo que se volvió más común en los últimos años. En el ámbito internacional, personalidades reconocidas como Salma Hayek, Gwyneth Paltrow y Sarah Jessica Parker fueron algunas de las que se dejaron de teñir, al igual que en nuestro país lo hicieron las actrices Cecilia Dopazo y Carla Conte.

En las mujeres, los primeros cabellos blancos comienzan a aparecer entre los 35 y los 40 años, pero hay otros casos, como el de Marcela, en los cuales este proceso se acelera.

 “Con el tiempo, el pelo cada vez genera menos melanina, es decir, que la primera causa es por envejecimiento“, explicó a TN la dermatóloga María José Pelli. Sin embargo, según indicó, existen otros motivos por el cual el cabello pueda dejar de generar pigmento. “Muchas veces empezás a tener canas porque por una condición genética estás determinada a no producir color en el pelo mucho antes que el resto de la gente”, sumó.

 Además, también hay otro factor que contribuye que es el inmunológico. “El estrés puede determinar la aparición temprana de canas, porque creás anticuerpos que comen a las células que tienen el pigmento en el pelo”, explicó Pelli.

 En cuanto Marcela decidió dejarse el pelo al natural, se lo comunicó a su entorno para evitar cualquier sorpresa. Sin embargo, ese proceso no fue nada fácil. “En esa transición lo que me pasó fue que un día salí y vi a una vecina, yo me quedé mirándola para ver si me miraba, y ahí me di cuenta que la mirada era más mía que del resto, que yo era la que más se juzgaba”, detalló.

 A Malena, que hoy tiene 49 años y se empezó a teñir desde los 22, le pasó algo similar cuando tiempo atrás vio que una de sus clientas tenía la mitad de su pelo blanco. “Me encontré a mí misma teniendo un montón de pensamientos acerca de la imagen de esta mujer, cosas que la cultura nos trajo”, contó. Seis meses después, ambas se volvieron a encontrar y su mirada fue diferente. “Me pareció brillante, que estaba hermosa y se convirtió como en mi gurú. En ese momento, dije ‘me gustaría hacerlo, pero no sé si estoy lista’”.

 Malena también tuvo que enfrentarse a sus propios prejuicios cuando comenzó la transición. “Pasado un tiempo, empecé a registrar que cuando me veía las patillas con canas me causaba un profundo rechazo y sentía la necesidad de ocultarlo. Pero después me di cuenta de que quería tapar algo que es lo que soy, lo que hay. Y ahí dije ‘esto no está bueno’”.

 Luego de atravesar ese primer paso de aceptación, ambas afirmaron que las canas fueron parte de una especie de “liberación”. “Hoy mis canas para mí son mi verdadero yo. Me dan alegría y forman parte de mi identidad, pero también son una habilitante para el resto del mundo a poder permitirse elegir y no seguir en automático ciertos mandatos que heredamos”, sostuvo Malena.

 Por su parte, Marcela aseguró que dejar de teñirse fue la representación de una búsqueda más interna: “Fue un proceso desde afuera y luego de adentro. De preguntarme por qué hacía las cosas y cómo me mostraba en sociedad”.

 Sí, son canas

 Durante la pandemia, muchas mujeres aprovecharon el aislamiento para dejar de teñirse. En ese contexto, surgió Sí son canas, una comunidad que nació en Instagram (@sisoncanas) y que hoy reúne a más de 30 mil seguidoras que comparten el mismo deseo: liberarse de los mandatos estéticos y acompañarse en el proceso.

 Natalia Borgoglio (46) y María Laura “Lala” Pampin (44), cofundadoras del espacio, contaron que la iniciativa surgió de sus propias experiencias. Ambas dejaron la tintura en 2019, hartas de la rutina, el gasto de tiempo y energía, y la incomodidad que les generaban las raíces blancas.

 “Pensaba que recién a los 50 iba a poder dejarme las canas, hasta que un día me dije: ¿por qué esperar diez años más?”, recordó Natalia, que en ese momento trabajaba en una multinacional. Tenía un puesto con mucha exposición y sintió que debía anunciar su decisión. “Recibí mucho apoyo, pero me costaba salir a la calle. Las miradas, sobre todo de otras mujeres, eran difíciles”, admitió.

María Laura también sintió el juicio ajeno, aunque con el tiempo eso cambió: “Al principio me incomodaba que me miraran las raíces, pero después empecé a divertirme con las reacciones. Nadie fue agresivo, pero yo misma me justificaba sin que me preguntaran. Después lo solté”. Según contó, su mayor miedo era que descubrieran que tenía canas. “Bastante ridículo, pero real”, dijo.

 Ambas coinciden en que dejar de teñirse fue un punto de inflexión personal y colectivo. “Al principio la cuenta creció de forma explosiva. Pasamos de esperar mil seguidoras a sumar de a miles por día. Muchas estaban atravesando lo mismo y necesitaban un espacio donde no sentirse solas”, contó Natalia. Con el tiempo, la comunidad se convirtió en un lugar de encuentro, inspiración y escucha. También comenzaron a organizar reuniones presenciales, donde comparten experiencias, dudas y herramientas para transitar el proceso con libertad.

 Desde Sí son canas aseguran que no se trata solo de dejar la tintura, sino de recuperar el poder de elección. “Siempre decimos que las canas no tienen tanto poder. Ni te suman diez años ni te los sacan. Lo importante es la actitud y la decisión propia”, explicó Natalia. María Laura, por su parte, destacó que lo esencial es animarse a probar. “Si no te gusta, podés volver a teñirte. Lo importante es elegirlo”.

 El objetivo, dicen, es que Sí son canas sea mucho más que una cuenta de Instagram: que se transforme en un concepto. “Nos gustaría que represente la aceptación de lo que cada una quiera”, cerraron.

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