En la tarde de ayer, el deporte argentino escribió otra página dorada en su historia cuando San Lorenzo se consagró como el primer campeón del país en obtener la Copa Libertadores de Futsal cortando una gran hegemonía brasilera.

En toda la historia del certamen solo una vez, en el año 2016, un equipo no brasilero fue campeón. En esa ocasión Cerro Porteño de Paraguay había marcado algo único. 

San Lorenzo, que entró a la Copa luego de haberle ganado un mano a mano a Boca a principios de este año, logró algo epico con la presencia de dos fueguinos: Tomás Pescio y Juan Medina, ambos jugadores oriundos de Ushuaia que estuvieron en la consideración del DT Luciano Antonelli para viajar a Uruguay.

Pescio tuvo un torneo consagratorio con una joven edad, donde en el partido decisivo ante el poderoso Carlos Barbosa que venía de ser tricampeón continental anotó dos goles. Por su lado, Medina no pudo ver minutos en este cotejo como si lo hizo en los partidos anteriores.

El 4 a 3 final llegó luego de 50 minutos de juego ya que en el tiempo regular empataron y tuvieron que jugar dos tiempos de cinco minutos para dirimir al campeón.

Actualmente, Argentina es el país campeón del mundo en Futsal tras haberse coronado en Colombia 2016 por primera vez en la historia con los hermanos Constantino y Alamiro Vaporaki en cancha, campeón de América luego de ganar en Brasil ante el local en febrero de 2020 reptiendo el más chico de los Vaporaki en el plantel y ahora un equipo de este país se quedó con el máximo galardon a nivel de clubes, donde una vez más los fueguinos plantaron bandera.